El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, se reúne este miércoles con legisladores para pedirles que no impongan nuevas sanciones a Irán mientras prosigan las negociaciones sobre el programa nuclear iraní.
Según la portavoz del Departamento de Estado Jen Psaki, durante una audiencia en el Comité de la Banca en el Senado Kerry tratará de convencer a los legisladores de que apretar las sanciones en este momento es un error.
“El paso adecuado es hacer una pausa temporal. No significa que no vayamos a hacerlo en el futuro (…) es simplemente un alto para ver si el proceso de negociación puede abrirse paso”, indicó.
Funcionarios tanto de Irán como del llamado grupo P5+1 (integrado por EE.UU., Gran Bretaña, Francia, China, Rusia y Alemania) han expresado optimismo acerca de la última ronda de conversaciones que se reanudará la próxima semana, aunque hasta ahora no ha habido acuerdos.
Como parte de cualquier compromiso, Irán busca que le suavicen las sanciones, pero algunos legisladores estadounidenses en lugar de ello están presionando para imponerle nuevas al régimen de Teherán.
En un comentario publicado la víspera en el diario USA Today, el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Bob Menéndez, opinó que “sanciones más duras servirán de incentivo para que Irán desmantele de forma verificable su programa de armas nucleares. Cuando Irán cumpla, las sanciones pueden suprimirse”.
Mientras tanto, las autoridades iraníes dijeron que podrían permitir que inspectores de Naciones Unidas entren en unas semanas al nuevo reactor atómico del país, en virtud de un acuerdo alcanzado por separado con la agencia nuclear de la ONU.
Según la portavoz del Departamento de Estado Jen Psaki, durante una audiencia en el Comité de la Banca en el Senado Kerry tratará de convencer a los legisladores de que apretar las sanciones en este momento es un error.
“El paso adecuado es hacer una pausa temporal. No significa que no vayamos a hacerlo en el futuro (…) es simplemente un alto para ver si el proceso de negociación puede abrirse paso”, indicó.
Funcionarios tanto de Irán como del llamado grupo P5+1 (integrado por EE.UU., Gran Bretaña, Francia, China, Rusia y Alemania) han expresado optimismo acerca de la última ronda de conversaciones que se reanudará la próxima semana, aunque hasta ahora no ha habido acuerdos.
Como parte de cualquier compromiso, Irán busca que le suavicen las sanciones, pero algunos legisladores estadounidenses en lugar de ello están presionando para imponerle nuevas al régimen de Teherán.
En un comentario publicado la víspera en el diario USA Today, el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Bob Menéndez, opinó que “sanciones más duras servirán de incentivo para que Irán desmantele de forma verificable su programa de armas nucleares. Cuando Irán cumpla, las sanciones pueden suprimirse”.
Mientras tanto, las autoridades iraníes dijeron que podrían permitir que inspectores de Naciones Unidas entren en unas semanas al nuevo reactor atómico del país, en virtud de un acuerdo alcanzado por separado con la agencia nuclear de la ONU.
