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Obama prepara medición de fuerzas con el Congreso


El Capitolio y la Casa Blanca serán los escenarios de la batalla fiscal que se avecina entre el presidente Obama y el Congreso estadounidense.
El Capitolio y la Casa Blanca serán los escenarios de la batalla fiscal que se avecina entre el presidente Obama y el Congreso estadounidense.

El presidente emprende una campaña pública con dirigentes sindicales, grupos de interés y ejecutivos de corporaciones antes de su encuentro del viernes con líderes del Congreso.

Líderes sindicales declararon este martes en Washington que el presidente Barack Obama se mantiene comprometido a preservar las exenciones tributarias de que han gozado los últimos años los estadounidenses de clase media y a elevar los impuestos que pagan los más ricos.

Como parte de sus esfuerzos para presionar a los líderes republicanos, con quienes se entrevistará el viernes, Obama se reunió este martes durante una hora en la Casa Blanca con grupos de interés afines al partido demócrata y con dirigentes de sindicatos.

El presidente de AFL-CIO, la mayor central de trabajadores del país, Richard Trumka, dijo que en las siguientes semanas los sindicatos planean movilizar a sus afiliados para presionar a los republicanos de cara a las negociaciones que llevarán a cabo con Obama para evitar que el país caiga a un “precipicio fiscal”.

Neera Tanden, presidenta del Center for American Progress, dijo que Obama “sigue firme en cuanto a los impuestos y a elevárselos a los estadounidenses más acaudalados”. La idea no es compartida por el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner.

Según los participantes en la reunión, asesores del presidente planean realizar eventos a lo largo y ancho del país luego del 22 de noviembre (Día de Acción de Gracias en EE.UU.) para apuntalar la propuesta de Obama de que las familias que ganan más de $250 mil dólares al año paguen impuestos más altos.

Tras haber sido reelecto la semana pasada para otro mandato de cuatro años, Obama ha dicho que la mayoría de los estadounidenses demostraron con ello que lo respaldan en que la mejor manera de reducir el déficit fiscal de EE.UU. es mediante una combinación de cortes en el presupuesto e impuestos más altos para los ricos.

Los grupos y organizaciones asistentes al encuentro dijeron haber expuesto claramente su oposición a todo recorte a la asistencia social y a los beneficiarios del Medicare (seguro de salud pública). También dijero que cualquier ahorro en los gastos gubernamentales pactados por demócratas y republicanos para reducir el déficit de la nación no debe hacerse a costa de la ciudadanía.

La reunión de este martes fue la antesala de otra con el mismo fin que sostendrá mañana miércoles el presidente con una docena de ejecutivos principales de corporaciones, entre ellas General Electric, Walmart, Ford, Chevron, Aetna, Xerox, Procter and Gamble, IBM, y American Express.
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