Bocelli comparte su “Passione” en Washington

Con un repertorio muy buen pensado para el público estadounidense, el tenor italiano Andrea Bocelli compartió su “Passione” con sus seguidores, quienes sin importar si cantaba en inglés o italiano se dejaron llevar por el sentimiento y la calidez de su música.

La noche en el centro Verizon en Washington estaba fría, pero vastó la fuerza de la inconfundible voz de Bocelli para calentar y emocionar hasta el corazón más arisco.

La bienvenida estuvo a cargo de una interpretación magistral de la New York City Festival Orchestra bajo la conducción de Eugene John, para luego recibir entre aplausos y con los brazos abiertos al cantante y compositor italiano.

El concierto de Andrea Bocelli como parte de su gira 2013 por Estados Unidos estuvo dividido en dos partes, donde demostró su habilidad para interpretar ópera, opereta y arias hasta clásicos temas como el “Ave María”, donde interpretó la flauta y “Over the Rainbow”.

En la mayoría de temas líricos, Bocelli contó con la magnífica participación de su “acompañante” musical, la soprano Svetla Vassileva, quien se supo poner, en más de una ocasión, al público de pie en respuesta a sus altos registros vocales.

La primera secuencia estuvo marcada por interpretaciones líricas siendo una pieza de “La Traviata” de Verdi, la más aplaudida, pero sin desmerecer el bolero de “I Vespri Siciliani” y “La donna e mobile” de Rigoletto, todas acompañadas por proyecciones en pantalla gigante de las obras maestras.

La segunda parte, después de un intermedio de 20 minutos, fue más ligera y la que provocó más reacciones de la audiencia porque desfilaron temas clásicos del repertorio estadounidense como la balada “Over the Rainbow”, la cual interpretó juntó a la cantante mundialmente reconocida, Heather Headley.

Cabe destacar la interpretación de “Love in Portofino”, “Love me tender” y “New York, New York”, de Frank Sinatra.

Aunque Bocelli no dirigió ni una sola palabra al público, tampoco hizo falta porque en esa cita musical solo se necesitaba sentir. El aplauso del público era retribuido por el cantante con una franca y amplia sonrisa que dibujaban sus labios tan pronto escuchaba el merecido reconocimiento de los asistentes.

Y fue así que entre aplausos y agarrado del brazo del director de la orquesta, el tenor se despidió de su público y fue al encuentro de su esposa Verónica Berti y su menor hijo que lo esperaban para premiarlo con un tierno abrazo al apagarse las luces del escenario.