El ex presidente de El Salvador Alfredo Cristiani acusó al gobierno español de entrometerse en las leyes de su país.
Según el ex mandatario, la decisión de un juez español de ordenar la detención y encarcelamiento de 20 ex militares salvadoreños por su presunta implicación en la matanza de seis sacerdotes jesuitas en 1989, irrespeta la soberanía nacional.
"A mí me parece que un tribunal nacional de otro país no debe entrometerse en la justicia de otro país. Tiene que haber cierto respeto por la soberanía", dijo Cristiani en una entrevista ofrecida al Canal 33, una televisora local.
El juez Velasco también contempló la posibilidad de acusar a Cristiani por encubrimiento, pero al final el español decidió no procesarlo.
El ex presidente salvadoreño (1989-1994) defendió su decisión de impulsar una ley de Amnistía o Ley de Reconciliación en 1993, al final de la guerra civil de 12 años que vivió El Salvador y en donde más de 75.000 personas murieron y otras 12.000 desaparecieron, según organizaciones de derechos humanos.
"Mucha gente cree... que (la Ley) es para beneficiar a elementos de la fuerza armada e igual de horrendos fueron crímenes cometidos por el FMLN (Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional) e igual de beneficiados son personas del FMLN de esa ley de reconciliación nacional. El vicepresidente de la república (el ex comandante guerrillero Salvador Sánchez Cerén) tendría serios problemas sin esa ley para empezar", argumentó el ex presidente salvadoreño.
El juez Velasco libró órdenes de busca y captura internacional a los implicados, a los que imputa ocho delitos de asesinato y un crimen de lesa humanidad.
Entre los acusados se encuentran el ex ministro de Defensa salvadoreño Humberto Larios, el ex coronel Guillermo Alfredo Benavides y el ex ministro de Defensa René Emilio Ponce, quien falleció el 2 de mayo a los 64 años.
Los jesuitas, cinco españoles y un salvadoreño, y las dos trabajadoras salvadoreñas fueron asesinados la noche del 15 de noviembre de 1989 por soldados que irrumpieron en el campus de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) en San Salvador durante una ofensiva guerrillera del FMLN.
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