El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, dijo que la cumbre de la OTAN que se celebra esta semana en Madrid pretende mostrar un frente unido de los aliados occidentales en defensa de los valores democráticos ante la invasión rusa de Ucrania, además de aumentar la capacidad disuasoria del grupo.
En una entrevista con la agencia AP el día antes de comenzar la cumbre este martes, Sánchez reiteró que la alianza no tolerará ninguna agresión territorial contra sus miembros.
“Tenemos que trasladar ese mensaje de disuasión, de que estamos dispuestos a defender cada centímetro del territorio de los países aliados”, dijo Sánchez.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, “no solamente está invadiendo Ucrania, sino que lo que quiere es desestabilizar, debilitar la seguridad, la prosperidad de Europa”, añadió.
En declaraciones en el Palacio de La Moncloa, en Madrid, donde se encuentran su oficina y su residencia oficial, el mandatario señaló que el principal objetivo de la cumbre de la OTAN es enviar “un mensaje de unidad en torno a la democracia, a la seguridad y al orden internacional, basado en unas reglas que, por desgracia, Putin y la Federación Rusa ha volado por los aires con su invasión de Ucrania”.
Un tema clave será aumentar la presencia militar de la OTAN en su flanco oriental, así como cumplir la demanda de España de que no se ignoren las amenazas incipientes en su frente sur, especialmente en zonas inestables de África como el Sahel.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo el lunes que la alianza aumentará el tamaño de su fuerza de acción rápida a 300.000 efectivos. El contingente tiene ahora unos 40.000 soldados.
Stoltenberg también dijo que los aliados hablarán sobre cómo responder a la creciente influencia rusa y china en el “vecindario al sur” de la OTAN.
La cumbre en Madrid, que comienza con una cena de estado este martes y reuniones el miércoles, se anunció el año pasado con la vista puesta en un nuevo “Concepto Estratégico”, un documento que se renueva cada década y traza las amenazas percibidas por la alianza y sus planes de respuesta.
Pero después de que Moscú comenzara el 24 de febrero su invasión de Ucrania, un tema clave es la decisión de Finlandia y Suecia de poner fin a su condición de estados neutrales y no alineados y pedir el ingreso en la OTAN, algo que ha molestado mucho a Rusia.
La cuestión ha puesto a prueba la proclamada unidad de la OTAN, ya que Turquía, que tiene el segundo ejército más grande de la alianza después de Estados Unidos, quiere garantías de Finlandia y Suecia en relación a grupos kurdos a los que Ankara considera terroristas.
Los líderes de los tres países anunciaron que celebrarían una reunión especial este martes en Madrid.
“La incorporación de Finlandia y de Suecia, antes o después, se hará posible”, dijo Sánchez a AP. “Nos gustaría que fuera (en) la cumbre de Madrid. No le voy a negar que no. Pero evidentemente, si no es el caso, seguirán las conversaciones”.
Sánchez, un político socialista que lidera el primer gobierno nacional de coalición de España desde principios de 2020, ha sido criticado por su socio, Unidas Podemos, un partido de ultraizquierda que ocupa cinco de los 22 puestos del gobierno, por su apoyo al compromiso militar de la OTAN a Ucrania.
Algunos miembros de Unidas Podemos han dicho que no apoyarán el presupuesto nacional del año que viene si aumenta el gasto militar, mientras los españoles lidian con una inflación disparada y otras dificultades económicas.
Sin especificar un plazo, Sánchez dijo que España está comprometida con aumentar su presupuesto de defensa de poco más desde el 1% de su Producto Interno Bruto, la segunda tasa más baja de los miembros de la OTAN, al 2% comprometido por todos los aliados “en esta próxima década”.
De cara al plan estratégico de la OTAN para los próximos 10 años, dos de los asuntos más seguidos en la cumbre serán Rusia y China.
El “Concepto Estratégico”, que se actualizó por última vez en Lisboa en 2010, mostrará cómo Rusia ha pasado de estar considerada como un socio de la OTAN a “la principal amenaza para la seguridad de la Alianza Atlántica”, dijo Sánchez.
En cuanto a China, el mandatario señaló que Beijing “representa un desafío que también plantea oportunidades de colaboración”, en un indicio de que España no apoya clasificar la actitud asertiva de Beijing como amenaza, como podrían querer algunos aliados.
Presionados por las complicaciones globales que ha desatado la guerra de Ucrania sobre los suministros de energía y alimentos, así como por la perspectiva de una grave recesión, algunos líderes europeos han empezado a pedir un final negociado de la guerra aunque eso implique que Ucrania renuncie a territorios.
Sin embargo, Sánchez evitó apoyar esas peticiones.
“Es una decisión que debe tomar Ucrania, no nosotros”, concluyó.
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