La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, quien conserva –y probablemente haya incrementado— la popularidad con la que estuvo cerca de ganar la nominación a la presidencia del Partido Demócrata hace cuatro años, descartó la posibilidad de presentarse nuevamente como candidata la Casa Blanca en el 2016.
En una entrevista con Barbara Walters, de la cadena de televisión ABC, Clinton dijo que “realmente no creo que eso sea algo que yo vaya a hacer nuevamente. Estoy muy agradecida de haber tenido la experiencia de hacerlo anteriormente".
"Suena tan simple, pero he estado, como saben, en los mayores niveles de las actividades estadounidenses y ahora de las actividades internacionales durante 20 años, y creo que es hora de dar un paso al margen (...) quizás para leer y escribir, hablar y enseñar", añadió Clinton.
Clinton, de 65 años, desempeñó el papel de primera dama desde 1993 al 2001, fue electa al Senado de Estados Unidos por Nueva York en el año 2000 y peleó por convertirse en la primera mujer en conseguir la nominación presidencial demócrata o republicana, pero fue derrotada por Obama.
Añadió que podría trabajar en filantropía o la academia después de dejar su cargo en el Departamento de Estado.
En una entrevista con Barbara Walters, de la cadena de televisión ABC, Clinton dijo que “realmente no creo que eso sea algo que yo vaya a hacer nuevamente. Estoy muy agradecida de haber tenido la experiencia de hacerlo anteriormente".
"Suena tan simple, pero he estado, como saben, en los mayores niveles de las actividades estadounidenses y ahora de las actividades internacionales durante 20 años, y creo que es hora de dar un paso al margen (...) quizás para leer y escribir, hablar y enseñar", añadió Clinton.
Clinton, de 65 años, desempeñó el papel de primera dama desde 1993 al 2001, fue electa al Senado de Estados Unidos por Nueva York en el año 2000 y peleó por convertirse en la primera mujer en conseguir la nominación presidencial demócrata o republicana, pero fue derrotada por Obama.
Añadió que podría trabajar en filantropía o la academia después de dejar su cargo en el Departamento de Estado.
