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Críticos tildan de "distracción" la visita de López Obrador a Washington


El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se va después de una ceremonia de colocación de coronas en el monumento a Benito Juárez en Washington D.C., el 8 de julio de 2020..
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se va después de una ceremonia de colocación de coronas en el monumento a Benito Juárez en Washington D.C., el 8 de julio de 2020..

La exembajadora de EE.UU. en México, Roberta Jacobson, considera la visita un error de cálculo por parte de López Obrador. Sin embargo, el propio mandatario resaltó la importancia de su visita a un país que es "cada vez más respetuoso" con los mexicanos.

El encuentro del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, con su homólogo estadounidense, Donald Trump, ha provocado críticas por parte de diplomáticos, intelectuales y políticos que cuestionan el momento del encuentro y qué tiene para ganar México.

La reunión en la Casa Blanca fue promovida como un encuentro para celebrar la entrada en vigor del Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC); sin embargo, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, decidió no asistir, citando la posibilidad de nuevas tarifas sobre el aluminio y el hierro por parte del gobierno de Trump.

Un grupo de congresistas hispanos escribió una carta al presidente Trump criticando la decisión de invitar a López Obrador, citando la ausencia de Canadá y tildando el encuentro de un “intento por distraer la atención de la crisis del coronavirus y el fracaso de su liderazgo por responder adecuadamente” a la pandemia.

Los congresistas, entre los que se encuentran la representante Alexandria Ocasio Cortez y el exaspirante a la candidatura presidencial demócrata, Julián Castro, aseguraron que el encuentro busca “politizar” las relaciones entre México y EE.UU. de manera partidista.

El propio López Obrador abordó esta controversía durante una comparecencia junto a Trump, minutos después del encuentro entre ambos mandatarios. "En mi país —dijo— se desató un buen debate sobre la conveniencia de este viaje. Yo decidí venir porque, ya lo expresé, es muy importante la puesta en marcha del tratado; pero también quise estar aquí para agradecerle al pueblo de EE.UU., a su Gobierno y a usted, presidente Trump, por ser cada vez más respetuosos con nuestros paisanos mexicanos".

Para AMLO, como se conoce al presidente mexicano por las iniciales de nombre completo, el viaje podría ser un intento por aumentar su popularidad, resaltando un logro económico con el T-MEC, frente una crisis en México provocada por la caída de los precios del petróleo, del turismo y la respuesta al coronavirus, aseguró Roberta Jacobson, exembajadora de EE.UU. en México.

“Es una creencia en los círculos políticos que los líderes que se sienten en crisis en casa, van al exterior”, dijo la diplomática.

Sin embargo, Jacobson aseguró que si López Obrador “cree que ir a EE.UU. va a protegerlo contra futuras acciones por parte del presidente [Trump], especialmente en un año de campaña, se está engañando a sí mismo”.

México, la inmigración y la frontera sur con EE.UU. fueron puntos fuertes de la campaña presidencial de Trump en el 2016.

“Debemos recordar la visita de Trump a México en el 2016 y luego su discurso en Arizona”, señaló Jacobson, haciendo referencia al mitin de campaña en donde Trump expuso su famosa promesa de construir un muro en la frontera, financiado en un 100% por México.

En cuatro años de gobierno, la barrera física se ha quedado corta: con solo 3 millas de muro de nuevo construido de las 450 prometidas, 197 reemplazos o mantenimiento de vallas ya existentes y un gasto de más de seis mil millones de dólares del bolsillo estadounidense.

El sábado Trump celebrará un evento de campaña en New Hampshire, al noreste de EE.UU: “¿será entonces cuando anuncie una nueva demanda contra DACA o se jacte de todo lo que obtuvo de México”, expuso Jacobson.

Para Gerónimo Gutiérrez, exembajador de México en EE.UU., López Obrador está intentando distanciarse, una vez más, del pasado liderazgo mexicano al intentar tener una buena relación con EE.UU.

En su visita a Washington, el miércoles, AMLO rindió homenaje a los monumentos a los expresidentes Abraham Lincoln y Benito Juárez, también “improbables” aliados en su momento. “En ese mismo espíritu, la relación entre Lincoln y Juárez replica su visita”, dijo Gutiérrez.

El problema, aseguró el diplomático, es que “el T-MEC como tal no es una condición suficiente para arreglar la economía mexicana” y López Obrador "no debe esperar que el T-MEC solucione todos los problemas de México”.

Sin embargo, el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, resaltó este martes durante una entrevista a la Voz de América la importancia de un encuentro que permitirá a ambos mandatarios no solo conmemorar el nuevo tratado comercial, sino que les posibilitará conocerse "realmente", en persona.

"Tenemos realmente mucho que celebrar porque ahora tenemos el nuevo tratado que acaba de entrar en vigor la semana pasada. Entonces, obviamente parte de la agenda va a ser este tema comercial y económico -sobre todo dentro del marco de la crisis- pero también nuestra agenda bilateral. Hay muchos asuntos importantes y creo que vamos a tratar una variedad de temas", zanjó Landau.

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