Estados Unidos impuso este viernes sanciones a la jefa ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam, al jefe de policía y un exjefe de policía del territorio, y a otros ocho funcionarios, por su papel en restringir las libertades políticas en la antigua colonia británica.
Las sanciones fueron impuestas bajo una orden ejecutiva del presidente Donald Trump firmada el mes pasado para penalizar a China por sus medidas contra la disidencia en Hong Kong y son la acción más reciente de su administración contra Beijing.
Además de Lam, las sanciones fueron dirigidas al comisionado de policía de Hong Kong, Chris Tang, y su predecesor, Stephen Lo; a John Lee Ka-chiu, secretario de seguridad, y Teresa Cheng, secretaria de justicia, informó el Departamento del Tesoro en un comunicado.
La nota dice que la imposición por Beijing de una draconiana ley de seguridad ha socavado la autonomía de Hong Kong y permitido que los servicios de seguridad de China operen con impunidad, estableciendo “la censura a todo individuo o entidad que no sea vista como amistosa para China”.
"Carrie Lam es la jefa ejecutiva directamente responsable por la imposición de las políticas de Beijing de supresión de libertades y procesos democráticos”, explicó el documento.
“Estados Unidos respalda al pueblo de Hong Kong y usaremos todos nuestros recursos y autoridades contra los que resquebrajen su autonomía”, dijo el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en el comunicado.
Las sanciones congelan todos los activos que puedan tener los funcionarios en Estados Unidos y generalmente prohíben a los estadounidenses hacer negocios con ellos.
El mes pasado, Carrie Lam postergó por un año unas elecciones legislativas programadas para el 6 de septiembre debido al aumento de casos de coronavirus, un golpe para la oposición prodemocrática, que esperaba aumentar sus diputados en la legislatura.
Estados Unidos condenó la acción, diciendo que fue el ejemplo más reciente de Beijing contra la democracia en el territorio.
