Las quejas de una iglesia pentecostal en el estado de Washington, Estados Unidos, por el supuesto trato preferencial del gobierno para flexibilizar actividades seculares como restaurantes y otros espacios al aire libre y en cambio restringir oficios religiosos, ha sido atendida como “una declaración de interés” por el Departamento de Justicia.
En una declaración este viernes, firmada por el secretario de Justicia, William Barr, la entidad de gobierno “respalda los reclamos de libertad religiosa de la Primera Enmienda”, de la iglesia del condado de Pierce.
La declaración de interés del Departamento de Justicia explica que “el trato preferente de Washington a las reuniones seculares como encuentros en restaurantes, tabernas y protestas al aire libre en comparación con las restricciones impuestas a los servicios religiosos interiores y exteriores demandan un mayor escrutinio bajo la Constitución”.
“Las protecciones consagradas en la Constitución de Estados Unidos y la Declaración de Derechos son duraderas, y debemos estar atentos para asegurarnos de que los gobiernos no infrinjan ilegalmente los derechos que protegen”, señala el documento expedido hoy.
La comunicación argumenta que el país vive “un momento de incertidumbre y angustia”, por tanto, tal como se ha visto a “manifestantes pacíficos reunidos y ejerciendo sus derechos de la Primera Enmienda, también debemos proteger el derecho de las instituciones religiosas como iglesias, mezquitas y templos a reunirse y expresar su fe".
Como ejemplo, la reclamación cita la decisión de la Corte Suprema de EE.UU., el 29 de mayo pasado, ante el plan de reapertura de California en la Iglesia Pentecostal Bay United contra el gobernador Gavin Newsom en donde en una votación de 5-4, la Corte se negó a bloquear temporalmente las reglas sociales de California.
En tono con la ley, los jueces acordaron que durante la pandemia de COVID-19, la Constitución requiere que los estados traten a los templos de culto igual que a los negocios seculares equivalentes. Pero, cita la declaración, el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, concluyó sobre los hechos California que “exime o trata de manera más indulgente solo actividades diferentes, como operar supermercados, bancos y lavanderías, en las que las personas no se congregan en grandes grupos ni permanecen cerca de ellos por periodos extendidos”.
En su declaración de interés, el Departamento de Justicia explica que el estado de Washington "exime o trata de manera más indulgente" precisamente los tipos de actividades que el presidente del tribunal Roberts dijo que son medidores apropiados para reuniones religiosas, específicamente actividades que involucran a personas que "se congregan [en] en grandes grupos (…) o permanecen muy cerca durante un período prolongado".
Washington actualmente permite que algunos restaurantes y tabernas operen al 50% de su capacidad, sin límite total en el número de clientes, siempre que observen un distanciamiento social de 1,8 metros y adopten diversas medidas de higiene.
Sin embargo, reclama la iglesia, “los lugares de culto están limitados a un límite máximo de 50 personas o el 25% de su capacidad, lo que sea menor”. Otra de las reclamaciones es que “los servicios de adoración al aire libre están limitados a 100 personas”.
La declaración de interés cita que el gobernador del estado de Washington, Jay Inslee, no ha establecido límites en el número total de asistentes a las protestas al aire libre, solo solicita que los participantes "observen su seguridad y la de las personas que los rodean" al usando mascarillas y respetando el distanciamiento social "tanto como puedan".
