Un grupo de estudiantes y graduados de medicina al parecer estarían instalados en Siria y trabajando en hospitales controlados por el grupo extremista Estado islámico.
Según un miembro del parlamento turco, Mehmet Ali Ediboglu, se trataría de siete británicos, dos sudanís, un canadiense y un estadounidense entre 19 y 25 años. Al parecer los familiares están en contacto con las autoridades turcas para tratar de encontrar a los jóvenes.
Tanto los padres y las autoridades están preocupados por el bienestar y el paradero de los jóvenes. La oficina de asuntos exteriores de Gran Bretaña dijo en un comunicado estar ofreciendo ayuda consular a las familias y han estado en contacto con la policía turca.
Los padres informaron que sus hijos se comunicaron con ellos a través de las redes sociales para informarles que se encontraban bien “en una casa bonita”, dijo uno de ellos.
Se cree que los estudiantes viajaron a Turquía el 12 de marzo. Del grupo ocho serían estudiantes y tres serían recién graduados de medicina.
En una entrevista, Ediboglu insistió que los jóvenes no viajaron para unirse a la lucha del grupo terroristas sino que sus intenciones era la de ayudar a salvar vidas. "No hay que olvidar el hecho de ellos son médicos. Ellos deben de haber sido engañados, les lavaron el cerebro. Eso es lo que yo sus familiares piensan".
El gobierno estadounidense no ha confirmado si ha emitido comentario sobre el posible estudiante de EE.UU. que forma parte del grupo.
