Una explosión en Beirut, capital del Líbano, mató al número dos de Hamás, Saleh Al-Arouri. Asi confirmó el grupo militante palestino, quien dijo que el estallido fue llevado a cabo por un dron israelí y que allí fallecieron también otros dos líderes del brazo armado de Hamás.
Israel se negó a comentar sobre si perpetró el ataque, pero corroboró la muerte de Arouri. En X, uno de sus ministros, Bezalel Smotrich, escribió que:
“Sí, todos tus enemigos perecerán, Israel”.
De confirmarse la responsabilidad israelí, podría marcar una escalada importante en este conflicto de Medio Oriente dado que Hezbolá, el grupo militante libanés cercano a Hamás, prometió responder a ataques israelíes en el Líbano. Naciones Unidas envió un mensaje a todas las partes.
Florencia Soto Nino, Vocera adjunta del Secretario General dijo:
“Pedimos la máxima moderación a todas las partes. No queremos ninguna acción precipitada que pueda desencadenar más violencia.”
Por otra parte, Israel dijo que se defenderá ante la Corte Penal Internacional después de que Sudáfrica le acusó de perpetrar un genocidio de palestinos en Gaza.
Eylon Levy, Vocero del gobierno de Israel, dijo:
“Al dar cobertura política y jurídica a la masacre del 7 de octubre y a la estrategia de escudo humano de Hamás, Sudáfrica se ha hecho cómplice criminal de la campaña de genocidio de Hamás contra nuestro pueblo.”
Sudáfrica pidió al tribunal que ordene a Israel detener sus ataques en Gaza. Y mientras los bombardeos continúan, el ejército israelí empezó el martes a retirar tropas, tras su anuncio de sacar de Gaza a cinco brigadas, al menos temporalmente.
La reducción sería la más significativa desde que comenzó la guerra con Hamás.
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