Tras un día de arduo trabajo en el Puerto de Necoclí, las embarcaciones reposan en las costas de este municipio colombiano por el que pasan cada día de 800 a 1,000 migrantes. Migrantes que arriesgan sus vidas al intentar cruzar el peligroso Tapón del Darién.
En Fotos | La travesía para cruzar el Tapón del Darién
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Tras un día de arduo trabajo en el Puerto de Necoclí, las embarcaciones reposan en las costas de este municipio colombiano por el que pasan de 800 a 1,000 migrantes por día a través del Golfo de Urabá para llegar andando a la frontera con Panamá.
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Después de un viaje de 2 horas por mar abierto los migrantes llegan agotados al muelle de Capurganá en el municipio de Acandí en Colombia, donde cruzarán el Tapón del Darién en un travesía de hasta 10 días.
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En medio de la crisis y desesperación, los migrantes sacan tiempo para jugar el deporte más popular en el país, el futbol.
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Vendedores informales aprovechan la llegada de los migrantes para ganarse la vida. Este hombre vende agua de coco a los migrantes en los días más calurosos.
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En Capurganá los migrantes descansan en refugios organizados por los guías que los llevarán a través de la selva.
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A pesar de los duros momentos que viven los migrantes, aprovechan cada instante posible para distraerse contando las anécdotas que le ha dejado esta travesía.
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Este venezolano y su madre abandonaron la idea de cruzar el Tapón del Darién y encontraron en el comercio informal una forma de subsistir sin arriesgar sus vidas en la selva más peligrosa del mundo.
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Debido a las larga espera para abordar una de las lanchas los migrantes no tienen otra opción que sentarse en alguna esquina a esperar que llegue el tan anhelado día de su partida.
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En las playas de Capurganá, en la frontera con Panamá, las familias de migrantes se reúnen para ultimar los detalles antes de iniciar la travesía por el Tapón del Darién.
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El Instituto de Bienestar Familiar del gobierno colombiano en los últimos días ha hecho entrega de leche de fórmula para los migrantes de menor edad.
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Después de la tormenta llega la calma, tras varios días regresados en Necoclí muchos de los migrantes se sienten aliviados de llegar a Capurganá y le piden a Dios fortaleza para afrontar el resto del camino.