El gobierno boliviano, a través del vicepresidente, Álvaro García Linera, ha dicho enfáticamente que el presidente Evo Morales no renunciará.
Y eso, a pesar de los crecientes pedidos de sectores de oposición y grupos ciudadanos, las denuncias de supuesto fraude electoral en los comicios del 20 de octubre y la puesta en marcha una auditoría de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Hasta ahora García Linera está convencido de que el partido oficialista ganó las elecciones y su mandato debe extenderse hasta el 2025.
"Tanto Evo como Álvaro, el 20 de octubre concurren a las elecciones libres, transparentes y obtienen el 47 por ciento del electorado. ¿Por qué debemos renunciar si acabamos de ganar las elecciones?", señaló García Linera en una conferencia de prensa.
En su cuenta de Twitter, García Linera alude a los opositores, el candidato presidencial Carlos Mesa y el líder cívico, Luis Fernando Camacho, a quienes pide que esperen el resultado de la auditoría de la OEA.
Agresiones a periodistas
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó el viernes, a través de un comunicado de prensa, las denuncias de periodistas bolivianos sobre agresiones y la restricción a la libre circulación e instó al gobierno de Evo Morales a que le garantice la seguridad "durante el ejercicio de su oficio".
El texto cita el caso del periodista Miguel Ángel Melendres, del diario El Deber, quien "relató que grupos afines al partido de gobierno que cercaron el aeropuerto El Alto en La Paz lo mantuvieron retenido durante varias horas y exigían revisar el carnet de identidad "a toda persona que quisiera salir o ingresar del aeropuerto".
Así mismo, indica el texto que periodistas del diario Página Siete, de los canales Unitel y ATB, y de radio Líder 97 "fueron agredidos".
Según la Asociación Nacional de la Prensa (ANP), se estima que desde el 22 de octubre se han registrados unas 25 agresiones contra medios y periodistas.
La oposición gana espacio a más de 15 días de paro
Por su parte, en 17 días de paro nacional con bloqueos y movilizaciones, el presidente del Comité Cívico del departamento de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, quien lidera la presión social para exigir la salida del presidente Morales del Gobierno, suma apoyo en La Paz.
En una concentración junto a representantes del Consejo nacional de la democracia y los cocaleros de los Yungas, opositores al gobierno, Camacho reiteró el pedido de renuncia del presidente Morales a través de una carta que ha tratado de entregar sin éxito hasta ahora.
"Creo que más allá del pedido democrático que tenemos, hay un mensaje claro de unidad de pueblo, un mensaje de esperanza de unidad y de amor", afirmó.
"Entregaremos esta carta en unidad. Esta carta no es de Santa Cruz; es de toda Bolivia y será aprobada por todos los bolivianos, porque todos queremos construir un país con democracia y libertad", dijo Camacho en un mitin, sin especificar qué día será entregada después de al menos dos intentos fallidos esta semana.
Más violencia
Así mismo, en la noche del jueves, la violencia se desató en la ciudad de La Paz dejando al menos ocho heridos por los enfrentamientos entre seguidores del presidente Evo Morales y grupos que exigen su salida por la denuncia de un supuesto fraude electoral en las elecciones.
Tirachinas y dinamita fueron protagonistas.
Ya son tres las víctimas fatales que ha dejado este conflicto postelectoral.
Al respecto, el Sistema de Naciones Unidas en Bolivia expresó su preocupación por la violencia en el país y realizó un llamado para “evitar más muertes y recuperar la paz”, a través de un diálogo entre ambas partes.
El gobierno ha criticado la violencia "vergonzosa" que provocó lesiones y un asesinato el miércoles, y culpó de los enfrentamientos a la oposición cuando la ira aumentó en ambos lados, según informó la agencia Reuters.
García Linera, por su parte, pidió a los líderes de la oposición Carlos Mesa y Camacho que ayuden a detener la violencia y presten atención a una auditoría en curso de la votación por parte de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Carlos Mesa, el segundo en la votación del 20 de octubre, que ha estado pidiendo que Morales renuncie, dijo en Twitter que un joven que murió el miércoles había sido "asesinado" por partidarios de Morales y culpó al gobierno por avivar la violencia.
Morales, por su parte, lamentó el fallecimiento del joven Limbert Guzmán y reiteró su "llamado a la paz social para devolverle la tranquilidad a nuestro pueblo".