El ex presidente del Congreso guatemalteco, Eduardo Meyer, fue condenado este martes a tres años de prisión por el Tribunal Sexto de Sentencia.
Meyer fue declarado culpable de los delitos de peculado culposo, omisión de denuncia e incumplimiento de deberes y se le impuso una multa de 10 mil quetzales (alrededor de 1.250 dólares), según señala el diario local Prensa Libre.
Su condena es parte del llamado caso MDF, que ingresó a la Fiscalía de la Corrupción en junio de 2008. Allí se investigó el desvío de 82 millones de quetzales (más de 10 millones de dólares) en el Congreso de Guatemala, según indica el diario La Hora.
El traslado de los fondos fue llevado a cabo por el ex secretario privado de la Presidencia del Congreso, Byron Sánchez Corzo.
En el caso también estuvo involucrado el ex gerente de la Bolsa Mercado de Futuro (MDF), Raúl Girón, quien fue condenado a 24 años de cárcel, condenado por lavado de dinero y caso especial de estafa.
Según la investigación de la Fiscalía de la Corrupción, Meyer no cambió las firmas de las cuentas bancarias cuando asumió la presidencia del Congreso en enero de 2008. Esto permitió que el ex secretario privado, Byron Sánchez, y el ex director financiero del Congreso, José Benvenuto Conde, transfirieran fondos desde dicha institución hacia el MDF.
Meyer fue declarado culpable de los delitos de peculado culposo, omisión de denuncia e incumplimiento de deberes y se le impuso una multa de 10 mil quetzales (alrededor de 1.250 dólares), según señala el diario local Prensa Libre.
Su condena es parte del llamado caso MDF, que ingresó a la Fiscalía de la Corrupción en junio de 2008. Allí se investigó el desvío de 82 millones de quetzales (más de 10 millones de dólares) en el Congreso de Guatemala, según indica el diario La Hora.
El traslado de los fondos fue llevado a cabo por el ex secretario privado de la Presidencia del Congreso, Byron Sánchez Corzo.
En el caso también estuvo involucrado el ex gerente de la Bolsa Mercado de Futuro (MDF), Raúl Girón, quien fue condenado a 24 años de cárcel, condenado por lavado de dinero y caso especial de estafa.
Según la investigación de la Fiscalía de la Corrupción, Meyer no cambió las firmas de las cuentas bancarias cuando asumió la presidencia del Congreso en enero de 2008. Esto permitió que el ex secretario privado, Byron Sánchez, y el ex director financiero del Congreso, José Benvenuto Conde, transfirieran fondos desde dicha institución hacia el MDF.
