Buena parte de los 39 exjueces y exfiscales guatemaltecos exiliados en Estados Unidos se reunieron la noche del domingo 20 de agosto en Nueva Jersey para recibir juntos los resultados de la jornada electoral y conversar sobre los posibles caminos que abriría el resultado para su país y para sus propias vidas.
Días después de conocerse que el nuevo presidente de Guatemala será el sociólogo Bernardo Arévalo, quien alcanzó más del 58 % de los votos, con 2,4 millones de sufragios respaldándole, parte de los miembros del grupo recibió a la Voz de América en Washington para analizar el resultado de esos comicios tras el entusiasmo inicial.
El exdirector de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), Juan Francisco Sandoval, dice que la euforia vista en varias ciudades de Guatemala la noche del domingo “es una ilusión amenazada”, porque el resultado no echará para atrás a “las fuerzas que actúan” para frenar esa posibilidad de cambio.
“El mensaje ratificado por la población el pasado 20 de agosto que despierta muchos sentimientos de ilusión entre la población guatemalteca está amenazada. Esa ilusión tiene la amenaza del Ministerio Público que se ha convertido en la institución ejecutora de las acciones del plan antidemocrático en Guatemala”, explicó Sandoval.
Sandoval comenta que estuvo hasta julio de 2021 al frente de complejos casos de corrupción y entramados de crimen organizado entrelazados en el seno del Estado guatemalteco, lo que lo puso en el blanco de una persecución interna desde el mismo Ministerio Público.
Ese organismo está a cargo de la fiscal general Consuelo Porras, sancionada por Estados Unidos, y quien luego de la expulsión de Sandoval nombró al frente de la FECI al fiscal Rafael Currichiche, también sancionado en la Lista Engel, y quien en los últimos días dirige las acciones contra el Movimiento Semilla y el Tribunal Supremo Electoral.
Esta semana nuevas acciones judiciales han seguido curso en Guatemala cuando todavía el Tribunal Supremo Electoral (TSE) no cierra el proceso electoral. Entre los movimientos fiscales figuran la exigencia de información sobre las elecciones al tribunal, también la presentación de una solicitud de antejuicio para retirar la inmunidad a la presidenta del TSE y otros magistrados y procesarlos.
Este jueves la oficina de Currichiche continuó su avanzada hacia la cancelación del Movimiento Semilla, con el que ganó Arévalo y al que un amparo de la Corte Constitucional protegió argumentando que la ley impide cancelar un partido político durante una elección.
La FECI envió un oficio al Congreso para informarle que existe una orden de suspensión de la personería jurídica del partido para que estos tomen las decisiones que estimen pertinentes.
Para la exfiscal general de Guatemala Thelma Aldana, también exiliada en Washington, “la amenaza y el riesgo existe” igual que semanas atrás. Ella advierte que no se puede subestimar lo que viene pasando y creer que sólo por el resultado electoral del domingo habría un cambio de rumbo.
Aldana fue la primera candidata presidencial del Movimiento Semilla y luego fue perseguida cuando las encuestas la ponían como favorita.
Hasta ahora, dice, “no parece” haber un intento de desconocer el triunfo de Arévalo y evitar su instauración, pero advierte que “cualquier intento para no permitir que el presidente electo tome posesión es un golpe de Estado.
"El hecho que la fiscal general (Porras) siga al frente del Ministerio Público abre la posibilidad de cualquier uso del derecho penal en contra de las personas que no sigan las instrucciones del pacto de corruptos”, afirmó a VOA.
El plano personal y la añoranza por volver
La exjueza del Juzgado D de Mayor Riesgo en Guatemala Erika Aifán, quien salió de su país en marzo de 2022, comentó que el resultado electoral “abre una esperanza” para la población y a los exiliados les llena también de entusiasmo.
Ella dejó Guatemala debido a las amenazas de “redes políticas y criminales” y a decenas de denuncias abiertas en su contra ante el Ministerio Público, que conllevarían a procesarla como a otros de sus colegas que se encuentran en similar situación.
No obstante, el resultado electoral y que el presidente Arévalo se ponga al frente del ejecutivo desde el 14 de enero próximo, no quita los riesgos para los operadores de justicia que se han exiliado en Estados Unidos y otros países.
La exfiscal general Aldana matiza que aunque “nosotros siempre tenemos nuestro equipaje listo para regresar y tenemos derecho de vivir en Guatemala”, se tienen que crear condiciones que puedan garantizarles la integridad en su propio país.
“Nunca vamos a claudicar a ese derecho y a mantener la esperanza; sin embargo, exigimos condiciones de seguridad para poder regresar, esperamos que este gobierno del presidente electo pueda generar esas condiciones e iremos evaluando con el transcurso del tiempo, pero siempre estamos listos para volver a nuestro país”, dijo.
Los fiscales también ven con agrado los cientos de mensajes de apoyo que reciben de sus compatriotas en las redes sociales, donde los instan a prepararse para volver a Guatemala ante la expectativa de nuevos tiempos en el país.
“Nunca les olvidamos, y quizá ustedes pensaron que los habíamos dejado solos, pero no, solo es que no podíamos hacer nada entonces, hoy sí”, dice una internauta a los exiliados, otros les dicen que serán clave para ayudar a reconstruir y combatir la corrupción en su país.
Juan Francisco Sandoval asegura que todos esos mensajes de apoyo e incluso haber sido mencionados por el presidente electo en sus primeras palabras luego del triunfo la noche del domingo los llena de satisfacción personal por el trabajo realizado.
“El que mencionen el nombre, el papel que jugamos en Guatemala es un reconocimiento que ha hecho la ciudadanía por la confianza en nuestro trabajo”, dijo Sandoval a la VOA.
Para Thelma Aldana la batalla la está ganando la reserva moral de esos 39 operadores de justicia exiliados y los guatemaltecos que siguen trabajando en el país entre la adversidad.
“Si en este momento hacemos un recuento, nos damos cuenta que nosotros estamos venciendo porque tenemos credibilidad, por nuestros actos, por nuestro compromiso con el Estado de derecho y con la democracia en Guatemala y estamos venciendo sin atacar y sin poder defendernos, nada más estamos poniendo sobre la mesa nuestras actuaciones, lo que hemos hecho”, puntualizó.
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