Tras el acuerdo de Hezbollah y el gobierno del presidente sirio Bashar al-Assad con el grupo Estado Islámico, el secretario general del grupo considerado terrorista, el jeque Hassan Nasrallah, reconoció que viajó en secreto a Damasco para reunirse con el presidente sirio, Bashar al-Assad.
El jueves, durante un discurso retransmitido en una pantalla gigante frente a miles de sus adeptos en Baalbek, Nasrallah aseguró que el motivo de su reunión con Assad fue para pedirle que diera el visto bueno al acuerdo con ISIS, en la frontera entre Siria y Líbano.
Nasrallah justificó este acuerdo por motivos humanitarios: para conocer la suerte de los soldados secuestrados por ISIS.
Nasrallah, quien vive oculto desde hace una década, ponderó lo que consideró la segunda victoria de Hezbollah. Laprimera fue lograr la salida de Israel del sur de Líbano en el año 2000.
En su alocución, Hassan Nasrallah, dijo que Israel está de duelo ya que no consiguió su cometido: derrocar el régimen de Bashar al-Assad en Siria.
“Israel tiene como prioridad explotar a los demás para su beneficio. En esta etapa Israel no quiere una guerra. Si logra sacar provecho de las presiones de Estados Unidos eso es lo que hará”, dijo.
El acuerdo fue criticado por Irak y la coalición internacionalencabezada por Estados Unidos.
Este miércoles, la coalición internacional bombardeó a un convoy de terroristas de ISIS que estaban evacuando la zona fronteriza.
Por su parte el responsable de Unicef en Siria, Fran Equiza, advirtió de que la huida de civiles en plena ofensiva contra el grupo Estado Islámico en Raqqa o Deir Ezzor se ha intensificado, pero quedan 20.000 personas -la mitad niños- atrapadas en el bastión yihadista.
