Holanda se convirtió en el primer país de la OTAN en poner fin a su misión de combate en Afganistán, terminando una operación de cuatro años rechazada por los holandeses y que motivó la caída del gobierno de holandés.
El retiro de Holanda de la provincia central de Uruzgán es el retiro más significativo de tropas de la guerra afgana, ahora en su noveno año.
Fuerzas estadounidenses, australianas, eslovacas y de Singapur remplazarán al contingente de 1900 militares holandeses.Durante la misión murieron 24 soldados holandeses.
El retiro tiene lugar en momentos en que la violencia liderada por el Talibán empeora. Julio fue el mes más mortal de la guerra para Estados Unidos, con 66 soldados estadounidenses muertos en la zona.