El jefe ejecutivo de Hong Kong, Leung Chun-ying, ordenó a los manifestantes despejar las calles antes del lunes, diciendo que las vías y entradas que han bloqueado deben ser reabiertas.
El anuncio puede terminar los enfrentamientos con residentes cansados ya de las protestas, pero desata otra potencial confrontación con miles de manifestantes que se niegan a salir.
Durante todo el día pequeños grupos de residentes o individuos trataron de confrontar con los activistas que ocupan importantes distritos de negocios.
La policía arrestó a 19 personas durante la noche relacionadas con los enfrentamientos y el viernes habían sido detenidas otras nueve conectadas con las pandillas criminales conocidas como Tríadas que parecen haber estado involucrados en la mayoría de los ataques en contra de los estudiantes.
El jefe de seguridad de Hong Kong desestimó que el gobierno haya utilizado a las pandillas en contra de los manifestantes.
