Indonesia comenzó a imponer el jueves una prohibición previamente anunciada a los viajes nacionales, mientras busca contener la propagación del coronavirus durante las celebraciones de Eid al-Fitr, o Fiesta del Fin del Ayuno, cuando millones de personas viajan normalmente para marcar el fin del ramadán.
Agentes de policía fueron desplegados en Yakarta, la capital, el jueves, para verificar documentos y evitar que los viajeros sin un permiso especial salieran de la ciudad. Se está haciendo cumplir una prohibición de viajar por aire, tierra, mar y ferrocarril anunciada en abril, y que está en vigencia desde el 6 al 17 de mayo.
Millones de personas en la nación de mayoría musulmana más grande del mundo tradicionalmente regresan a casa para visitar a sus familias para las celebraciones, esto es especialmente cierto en el caso de los migrantes o trabajadores migrantes.
Pero los altos funcionarios de Salud han expresado su preocupación por la aparición de mutaciones de coronavirus nuevas y más virulentas en Indonesia, incluidos dos casos esta semana de la variante B.1.617, que se identificó por primera vez en India a fines del año pasado y está devastando el país.
Indonesia ha registrado el mayor número de casos y muertes por coronavirus en el sudeste asiático.
A pesar de los riesgos, algunas personas aún intentaron eludir las reglas el jueves temprano, y la policía dijo en Twitter que varias personas habían intentado salir de la capital escondiéndose en la parte trasera de un camión de verduras.
"Seguiré tratando de regresar a casa porque esto se ha convertido en una tradición, aunque ya hace dos años que no volvemos a casa", dijo Basuki Riyanto, de 44 años, que estaba contemplando cómo llegar a la provincia de Java Central el jueves.
"Intentaré seguir adelante independientemente de las condiciones si hay un cierre".
Indonesia ha informado de un total de 1.691.658 casos confirmados de coronavirus y 46.349 muertes por COVID-19.
