Dos presuntos atacantes suicidas se inmolaron afuera de una iglesia católica en Makassar, la capital de la provincia de Sulawesi del Sur, durante una misa del Domingo de Ramos, hiriendo al menos a 19 personas.
Argo Yuwono, un portavoz de la policía indonesia dijo a los periodistas que los atacantes suicidas fueron interceptados por oficiales de seguridad en la puerta del recinto de la iglesia y uno de ellos hizo detonar la bomba.
“Sospechamos que hay dos atacantes que [iban] en una motocicleta”, dijo Yuwono. “Inicialmente, iban a entrar por el patio o la puerta de esta Catedral que acaba de terminar la misa dominical”.
Yuwono dijo que las autoridades no pudieron confirmar de inmediato cuántas personas murieron y si los restos humanos esparcidos por el lugar eran de los perpetradores o de las víctimas. “Todo está todavía bajo investigación”, dijo.
El ministro de Religión de Indonesia, Yaqut Cholil Qaumas, condenó enérgicamente el atentado en una respuesta en video que envió al Servicio Indonesio de la VOA.
“Insto a todos los líderes religiosos, cualquiera que sea su religión, a reiterar a sus seguidores que ninguna religión justifica el terrorismo”, dijo Qaumas. “La religión siempre nos enseña sobre el amor, la paz, amarnos los unos a los otros. El acto atroz que vemos hoy no es un comportamiento de las comunidades religiosas ".
El funcionario pidió a la gente que no tema a esos actos terroristas. "El miedo destruirá nuestra cohesión social", dijo Qaumas.
Stanislaus Riyanta, experto en terrorismo de la Universidad de Indonesia, dijo en una entrevista con el Servicio Indonesio de la VOA que era probable que los perpetradores procedieran de Jamaah Ansharut Daulah (JAD), un grupo radical afiliado al Estado Islámico. El atentado del domingo, dijo, se llevó a cabo de la misma manera que el de la iglesia de Surabaya en 2018, que dejó más de 30 muertos, y uno en la policía de Medan en 2019.
"Dado que la aplicación de la ley es muy intensa en la erradicación de las redes terroristas en Indonesia, creo que esta acción puede ocurrir como una venganza o resistencia, así como una forma de reacción debido a la creciente presión sobre el grupo por parte del aparato de seguridad", dijo Riyanta.
Noor Huda Ismail, miembro visitante del Instituto de Estudios Internacionales S. Rajaratnam de la Universidad Tecnológica Nanyang de Singapur, dijo que la explosión en la catedral católica en Makassar no era una nueva tendencia, sino más bien "una continuación y una tendencia inquietante en Indonesia".
"Observando el patrón, al tener dos perpetradores en una motocicleta y portando explosivos, creo que esto no es Jemaah Islamiyah (grupo terrorista)", dijo Ismail al Servicio Indonesio de la VOA. "Sospecho que los perpetradores son el grupo Jamaah Ansharut Daulah".
Indonesia ha sufrido durante mucho tiempo la violencia de los militantes islámicos y ha sido testigo de una serie de ataques, incluido el mortal ataque terrorista en Bali en 2002 que mató a más de 200 personas.
Eva Mazrieva del Servicio Indonesio de la VOA contribuyó a este informe.
