Después de meses de intensa campaña y escándalos Nueva York decide quién será el candidato oficial de cada partido para alcalde de la ciudad más poblada de Estados Unidos.
Mientras los candidatos republicanos se enfrascan en continuar con el legado del alcalde Michael Bloomberg, quien ha dirigido la ciudad por 12 años; los demócratas ofrecen una manera diferente de manejar la administración de la Gran Manzana.
El candidato demócrata Bill De Blasio lidera una reciente encuesta realizada por la universidad Quinnipiac, con un 39% y confía en derrotar a sus contrincantes: Bill Thompson y Christine Quinn, quienes aseguran que irían a una segunda vuelta al no obtenerse los votos necesarios para nominar a De Blasio.
De Blasio ha basado su campaña en su experiencia como defensor público y por sus orígenes interraciales dentro de su familia conectando a los votantes sobre la necesidad de reformar a la policía metropolitana de Nueva York.
Christine Quinn se ha concentrado en que de salir electa sería la primera mujer en convertirse en alcaldesa de Nueva York y la primera en reconocer su preferencia homosexual.
Por su parte Thompson pregona su administración como contralor público y ha apelado a los votantes afroestadounidenses e hispanos durante su campaña.
Mientras los candidatos republicanos se enfrascan en continuar con el legado del alcalde Michael Bloomberg, quien ha dirigido la ciudad por 12 años; los demócratas ofrecen una manera diferente de manejar la administración de la Gran Manzana.
El candidato demócrata Bill De Blasio lidera una reciente encuesta realizada por la universidad Quinnipiac, con un 39% y confía en derrotar a sus contrincantes: Bill Thompson y Christine Quinn, quienes aseguran que irían a una segunda vuelta al no obtenerse los votos necesarios para nominar a De Blasio.
De Blasio ha basado su campaña en su experiencia como defensor público y por sus orígenes interraciales dentro de su familia conectando a los votantes sobre la necesidad de reformar a la policía metropolitana de Nueva York.
Christine Quinn se ha concentrado en que de salir electa sería la primera mujer en convertirse en alcaldesa de Nueva York y la primera en reconocer su preferencia homosexual.
Por su parte Thompson pregona su administración como contralor público y ha apelado a los votantes afroestadounidenses e hispanos durante su campaña.
