Las propuestas anunciadas por el presidente Barack Obama para variar la forma en que las agencias de espionaje EE.UU. recolectan información desencadenaron reacciones mixtas entre legisladores, miembros de la industria y políticos en el extranjero.
Firmas tecnológicas y de telecomunicaciones manifestaron sentirse defraudadas de que las reformas anunciadas por el presidente no hayan ido lo suficientemente lejos en frenar el espionaje que lleva a cabo el gobierno.
Luego del discurso, la Asociación Inalámbrica CTIA, que representa a la industria de telecomunicaciones en todo el mundo, declaró creer que la privacidad y la seguridad pueden conseguirse sin obligar a los proveedores de servicio a que retengan datos de sus clientes “más allá de lo necesario para legítimos propósitos de negocio”.
En el Capitolio, el senador republicano John McCain, dijo que el “discurso del presidente Obama hoy deja muchas preguntas cruciales sin responder" y que ahora es el momento de que el Congreso mejore su "función de supervisión constitucional (…) para proteger la seguridad de nuestra nación y la libertad de nuestros ciudadanos”.
Mientras el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, calificó de pasos reales y audaces los dados por Obama, el senador republicano Rand Paul, dijo estar decepcionado porque la IV enmienda de la Constitución exige una orden judicial para que el gobierno pueda revisar llamadas telefónicas y correos electrónicos.
Una declaración firmada por los senadores demócratas Mark Udall (Colorado), Ron Wyden (Oregón), y Martin Heinrich (Nuevo México) indicó que los cambios anunciados harán avanzar en gran medida la “restauración de los derechos constitucionales de los estadounidenses y la reconstrucción de la confianza pública”.
En Alemania, un destacado legislador del partido de gobierno de la canciller Ángela Merkel, Philipp Missfelder, dijo que “el discurso de Obama es una importante contribución camino a restaurar la confianza que hemos perdido en nuestro cercano amigo y aliado (EE.UU.) en los últimos meses”.
En Brasil, una legisladora de la comisión senatorial que investiga el espionaje de EE.UU. en ese país, Vanessa Grazziotin, señaló que “además de las palabras del presidente estadounidense, el mundo entero quiere acciones concretas de respeto hacia la soberanía de las naciones”.
Firmas tecnológicas y de telecomunicaciones manifestaron sentirse defraudadas de que las reformas anunciadas por el presidente no hayan ido lo suficientemente lejos en frenar el espionaje que lleva a cabo el gobierno.
Luego del discurso, la Asociación Inalámbrica CTIA, que representa a la industria de telecomunicaciones en todo el mundo, declaró creer que la privacidad y la seguridad pueden conseguirse sin obligar a los proveedores de servicio a que retengan datos de sus clientes “más allá de lo necesario para legítimos propósitos de negocio”.
En el Capitolio, el senador republicano John McCain, dijo que el “discurso del presidente Obama hoy deja muchas preguntas cruciales sin responder" y que ahora es el momento de que el Congreso mejore su "función de supervisión constitucional (…) para proteger la seguridad de nuestra nación y la libertad de nuestros ciudadanos”.
Mientras el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, calificó de pasos reales y audaces los dados por Obama, el senador republicano Rand Paul, dijo estar decepcionado porque la IV enmienda de la Constitución exige una orden judicial para que el gobierno pueda revisar llamadas telefónicas y correos electrónicos.
Una declaración firmada por los senadores demócratas Mark Udall (Colorado), Ron Wyden (Oregón), y Martin Heinrich (Nuevo México) indicó que los cambios anunciados harán avanzar en gran medida la “restauración de los derechos constitucionales de los estadounidenses y la reconstrucción de la confianza pública”.
En Alemania, un destacado legislador del partido de gobierno de la canciller Ángela Merkel, Philipp Missfelder, dijo que “el discurso de Obama es una importante contribución camino a restaurar la confianza que hemos perdido en nuestro cercano amigo y aliado (EE.UU.) en los últimos meses”.
En Brasil, una legisladora de la comisión senatorial que investiga el espionaje de EE.UU. en ese país, Vanessa Grazziotin, señaló que “además de las palabras del presidente estadounidense, el mundo entero quiere acciones concretas de respeto hacia la soberanía de las naciones”.
