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Perú: Kuczynski enfrenta nueva crisis tras indulto a Fujimori


El presidente de Perú Pedro Pablo Kuczynski
El presidente de Perú Pedro Pablo Kuczynski

El presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski, que acaba de evitar su destitución, vive una nueva crisis ante la renuncia de congresistas afines y protestas tras el indulto otorgado al exgobernante Alberto Fujimori, que cumplía una pena de 25 años por delitos de lesa humanidad.

Keiko, Sachi y Hiro Fujimori, hijos del expresidente Alberto Fujimori llegan al hospital donde fue internado su padre luego de ser indultado por el presidente Pedro Pablo Kuczynski.
Keiko, Sachi y Hiro Fujimori, hijos del expresidente Alberto Fujimori llegan al hospital donde fue internado su padre luego de ser indultado por el presidente Pedro Pablo Kuczynski.

Kuczynski señaló en un comunicado que decidió liberar a Fujimori por "razones humanitarias", contradiciendo una promesa electoral de 2016, comicios en los que venció a la hija de Fujimori a cuyo régimen calificó de una dictadura corrupta.

"Una junta médica oficial ha evaluado al interno y ha determinado que el señor Fujimori padece de una enfermedad progresiva, degenerativa e incurable", se añadió en el comunicado.

Fujimori, de 79 años y quien cumplía en prisión una condena de 25 años por abusos a los derechos humanos, fue internado el sábado en una clínica por un cuadro de “hipotensión” y “arritmia”.

Indulto de Fujimori genera alegría y protestas en Perú
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Reacciones

Amnistía Internacional calificó el indulto de Kuczynski a Fujimuri, como un "duro golpe" en la lucha contra la impunidad, argumentando que durante el gobierno del expresidente, "se cometieron graves violaciones a los derechos humanos y crímenes de derecho internacional".

El organismo además instó al derecho de la protesta pacífica de todas las personas sin el uso de la fuerza y exigió a Kuczynski "aclarar la dudas sobre la falta de transparencia y el respeto del debido proceso".

Analistas consideraron que Kuczynski "intercambió" su permanencia en el poder por la excarcelación de Fujimori, luego que el jueves el mandatario sobrevivió a una destitución parlamentaria por ocultar sus vínculos con la compañía constructora brasileña Odebrecht, en la mayor tormenta política local del siglo XXI.

Las reacciones al indulto y gracia presidencial a Fujimori mostraron el lunes un Perú polarizado, dividido entre los simpatizantes del fujimorismo -mayor fuerza política del país- y la indignación de sus detractores, desde cuyas filas se planea incluso impugnar la medida ante tribunales internacionales.

El contexto de la decisión de Kuczynski, tres días después de evitar ser destituido por el Congreso acusado de mentir por no revelar asesorías a la brasileña Odebrecht, alimentó la furia del antifujimorismo.

El fracaso de la moción para destituir a Kuczynski el jueves 21 puso de relieve los desencuentros entre los hermanos Keiko y Kenji Fujimori, y abrió la puerta para la liberación de su padre.

El legislador oficialista Juan Sheput defendió el indulto y llamó a la reconciliación entre la clase política enfrentada, en especial desde que Kuczynski asumió el poder en julio de 2106 cuando venció en las urnas a Keiko Fujimori, convertida hoy en líder de la oposición.

"El fondo del asunto que motiva al gobierno es el que tiene que ver con la reconciliación nacional, no podemos seguir peleándonos a diestra y siniestra sobre la base de un antifujimorismo y un fujimorismo", indicó Sheput al canal N de televisión.

Kenji Fujimori desobedeció la orden del partido que lidera su hermana y no votó por la destitución, sino que se abstuvo. Lo apoyaron otros nueve legisladores de Fuerza Popular, lo que hizo fracasar la moción que impulsaba Keiko cuyo partido controla el Congreso.

Muchos peruanos estiman que Kenji apoyó a Kuczynski para favorecer un indulto a su padre.

El jueves el presidente evitó la destitución del Parlamento unicameral, dominado por el poderoso partido opositor Fuerza Popular, gracias a los votos de un sector minoritario del fujimorismo ligado al legislador Kenji Fujimori, y a un grupo de la izquierda que lo apoyó para llegar al poder.

El viernes se confirmó que Alberto Fujimori llamó por teléfono desde prisión a legisladores vinculuados a su hijo Kenji para evitar la remoción de Kuczynski, dijo al canal local N Maritza García, una legisladora ligada a Kenji. "(Alberto) nos pedía que realizáramos voto de conciencia", dijo.

El indulto provocó una explosión de júbilo entre los seguidores de Fujimori y furia en activistas por los derechos humanos e izquierdistas que ayudaron a Kuczynski a vencer en los comicios de 2016 a Keiko Fujimori, hija mayor del expresidente y líder de Fuerza Popular.

“Ha sido más de 10 años de espera, 10 años en los que mi padre estuvo privado de su libertad, finalmente se hace justicia”, dijo a periodistas Keiko Fujimori, en la puerta de la clínica Centenario Peruano Japonesa.

Simpatizantes se agruparon a la clínica para celebrar, con banderas peruanas y pancartas alusivas al exmandatario.

“Agradecemos al Presidente que ha tomado esta decisión y esperamos que este paso que se ha dado, se haga sin odios y se genere la reconciliación que todos los peruanos estamos esperando”, agregó Keiko junto a dos de sus hermanos, entre quienes no estaba Kenji, el menor.

Eduardo Dargent, profesor de ciencia política de la Pontificia Universidad Católica de Perú, dijo a The Associated Press que la decisión de Kuczynski es "su peor error" porque significa una "burla" para quienes votaron por él.

Por el momento, la decisión de Kuczynski provocó en pocas horas la renuncia de dos legisladores de su diminuta bancada, que no le ha otorgado fuerza para impulsar sus iniciativas en el Parlamento. El viernes el ministro del Interior también había presentado su renuncia, sin que se conocieran los motivos.

José Miguel Vivanco, director ejecutivo de Human Rights Watch, dijo a través de Twitter que el indulto de Fujimori "fue una vulgar negociación política a cambio de la permanencia de Kuczynski en el poder".

Fujimori había sido sentenciado en 2009 a 25 años de prisión por su responsabilidad en el asesinato de 25 personas, entre ellas un niño de 8 años, durante su gobierno (1990-2000).

También acumulaba otras cuatro condenas por corrupción que tenía que cumplir hasta 2032 e iba a salir a los 93 años.

La mayor condena de Fujimori por asesinato se sustentaba en que conocía de la existencia de los escuadrones de la muerte integrado por militares que, financiados con dinero público, mataron a civiles acusándolos de ser miembros de Sendero Luminoso.

Con información de AFP

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