La Policía Federal de Brasil abrió el lunes una investigación en torno a la estancia de dos noches del expresidente Jair Bolsonaro el mes pasado en la embajada de Hungría en Brasilia, en medio de especulaciones de sus adversarios de que podría haberlo hecho para evadir su arresto.
Una fuente de la Policía Federal al tanto de la pesquisa confirmó a The Associated Press que se inició en respuesta a un reporte de The New York Times, el cual incluyó imágenes de una cámara de seguridad en las que se ve al embajador de Hungría recibiendo a Bolsonaro el 12 de febrero, y tomas de Bolsonaro el resto de su estadía. El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, una de las principales figuras mundiales del movimiento ultraderechista, es uno de los mayores aliados internacionales del exmandatario brasileño.
La visita ocurrió apenas unos días después de que la Policía Federal le incautó a Bolsonaro un pasaporte brasileño y otro italiano, y allanó las residencias de sus principales colaboradores como parte de una investigación para determinar si planeaban ignorar los resultados de las elecciones de 2022 y encabezar un alzamiento popular con el fin de mantenerlo en el poder.
Bolsonaro ha negado haber cometido ilícitos con respecto a esta y muchas otras investigaciones en su contra.
Si la Policía Federal hubiera obtenido una orden de arresto contra el expresidente, las autoridades no habrían tenido jurisdicción para ingresar a la embajada húngara debido a los convenios diplomáticos que restringen el acceso.
Los abogados de Bolsonaro señalaron el lunes en un comunicado que no hubo nada inapropiado acerca de su estadía en la embajada.
“Durante los días que pasó en la embajada húngara, por invitación, el expresidente brasileño habló con incontables autoridades del amistoso país para recibir actualizaciones sobre los escenarios políticos de ambas naciones”, dijeron sus abogados en el comunicado. “Cualquier otra interpretación... constituye un trabajo evidentemente ficticio, sin conexión con la realidad de los hechos”.
Desde la sede de su partido en Sao Paulo, Bolsonaro dijo a sus simpatizantes que recibe muchas llamadas telefónicas de Orbán para hablar de política.
“Hasta la fecha mantengo relación con algunos jefes de Estado de todo el mundo”, dijo Bolsonaro. “Si tuviera mi pasaporte, habría viajado a Israel”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores brasileño emitió un breve comunicado en el que señaló que había citado al embajador húngaro, Miklos Halmai, para que explique por qué Bolsonaro fue su invitado en la sede de la misión diplomática.
Bolsonaro viajó a Estados Unidos en los últimos días de su gobierno, en diciembre de 2022, apenas días antes de que sus simpatizantes irrumpieran en la capital en un intento fallido para derrocar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Bolsonaro permaneció en el sur de Florida durante tres meses.
Algunos de los adversarios políticos de Bolsonaro aprovecharon la noticia del lunes para exigir su arresto, asegurando que una vez más ha dado muestras de que planea darse a la fuga.
“Estas imágenes sólo refuerzan que Bolsonaro es un fugitivo confeso”, declaró Alexandre Padilha, ministro de Relaciones Institucionales, refiriéndose a la permanencia de Bolsonaro en Estados Unidos del año pasado. “Pero no me corresponde decir lo que los tribunales y la Policía Federal harán con estas imágenes (publicadas por The New York Times)”.
Augusto de Arruda Botelho, abogado penalista y abierto crítico del expresidente, escribió en la red social X que “el hecho de que Bolsonaro se esconda en la embajada es un clásico motivo para ordenar prisión preventiva”.
“Es una de esas situaciones que se usan como ejemplo en los libros y en las aulas”, añadió.
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