Los chilenos rechazaron el domingo en un plebiscito una nueva Constitución que hubiera remplazado a la vigente desde 1980, que fue aprobada durante la dictadura de Augusto Pinochet, en una decisión que ha generado reacciones dispares por toda la región.
Frente al resultado, en el que el 61,9 % de chilenos rechazaron la iniciativa y un 38,1 % la respaldó, las reacciones de líderes políticos de la región no se hicieron esperar.
La reacción que ha causado más polémica es la del presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien escribió, a través de su cuenta de Twitter: "Revivió Pinochet".
"Solo si las fuerzas democráticas y sociales se unen, será posible dejar atrás un pasado que mancha a toda América Latina y abrir las alamedas democráticas", añadió el mandatario, quien, incluso antes de ser elegido en junio, se había mostrado muy cercano a su homólogo chileno, Gabriel Boric.
Por su parte, el expresidente colombiano Iván Duque expresó que "triunfó la sensatez sobre las imposiciones ideologizadas que fracturarían para siempre una sociedad que ha alcanzado importantes logros sociales y económicos".
Desde Argentina, el exmandatario Mauricio Macri, señaló que en Chile "prevaleció la sensatez".
"Una Constitución es un acuerdo consensuado, no la imposición de unos sobre otros. En Chile prevaleció la sensatez. Queda abierta la oportunidad de dictar leyes inmediatas y pensar en una futura reforma constitucional para consolidar el progreso y la justicia en el país hermano", agregó Macri a través de su cuenta de Twitter.
El expresidente boliviano Evo Morales saludó "la vocación democrática del pueblo chileno y escribió que "no todos los procesos constituyentes son fáciles. La lucha de los pueblos por inclusión, solidaridad y dignidad continuará mientras exista injusticia y desigualdad".
Morales también recordó que un 4 de septiembre, pero hace 52 años, Salvador Allende fue elegido como el primer presidente socialista de Chile.
La expresidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, también se pronunció sobre la victoria del 'Rechazo' al señalar que "el pueblo chileno expresó con su voto el rechazo a un proyecto de Constitución cargada de ideología contraria a sus ideales de paz, libertad y respeto a los valores republicanos".
Tras el estallido social que sacudió Chile a fines de 2019, los chilenos comenzaron el camino para habilitar un proceso de redacción de una nueva Carta Magna, lo que fue ratificado por una gran mayoría un año después en un referendo.
Sin embargo, las polémicas con los redactores y algunas de las propuestas vistas como controversiales por algunos sectores -muchas de las cuales no llegaron al texto final- debilitaron el apoyo hacia la Convención Constitucional.
Frente al resultado, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo sentir “dolor para los pueblos de América Latina y el Caribe, para la memoria de los mártires, desaparecidos, torturados”.
Así mismo, cuestionó el manejo de la izquierda: “Faltó un liderazgo firme, claro, creíble, con apoyo popular, que se pusiera al frente del texto constitucional y al final quedó vigente la Constitución de la dictadura de (Augusto) Pinochet”, manifestó el mandatario, en una reunión con los miembros de su partido de gobierno.
El rechazo a la nueva Constitución chilena fue calificada por Maduro como una “derrota del proyecto histórico, una derrota de la fuerza popular constituyente del estallido social”.
Además, señaló que la propuesta fue “mediatizada y limitada” por la oposición.
“Lo llenaron de limitaciones y al final convocaron fue una Convención Constitucional. Mediatizaron el poder constituyente originario que se despertó del estallido social que se levantó contra Piñera en el año 2019”, aseguró el jefe del Estado venezolano.
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