Un hombre de Illinois se ha pasado trabajando 10 horas diarias por 11 años, limpiando y arreglando obras de arte para museos en Estados Unidos, sin cobrar un solo centavo.
El costo de la labor realizada por Barry Bauman, de 67 años, en 1.500 pinturas, se estima en unos $5 millones de dólares.
"Hay que estar loco o amar lo que uno hace, y yo tengo un poco de ambas cosas", dice Baumer, quien trabaja desde su casa en River Forest, un vecindario de Chicago.
El renovador de arte fue empleado del departamento de conservación del Instituto de Arte de Chicago durante 11 años antes de iniciar su propio negocio en 1983.
Para 2003, su empresa, el Centro de Conservación Chicago, tenía 23 empleados y lo estaba abrumando. Entonces decidió venderla y pensó seguir trabajando en conservación de arte para museos a un precio reducido.
Pero su esposa le sugirió que lo hiciera gratuitamente. A Bauman le encantó la idea y así lo hizo, aunque sus clientes pagan los materiales y el envío.
Desde que anunció su proyecto a museos en una carta en 2004, el artista ha trabajado con unos 300 museos, muchos de ellos con fondos limitados para preservar pinturas que se deterioran innecesariamente solo por falta de presupuesto.
Bauman ha recibido certificados de reconocimiento y curadores afirman que el trabajo incalculable que hace es un regalo para el arte, los museos y el público.
Además de la gratificación de ver exquisitas obras de arte renovadas, Bauman también ha descubierto pinturas falsas como una de Mary Todd Lincoln que estuvo por mucho tiempo en la mansión del gobernador de Illinois.
El rostro en la pintura no se parecía a Lincoln, dice él, y la firma del pintor, Brancis Bicknell Carpenter, estaba sobre el barniz en lugar de en la pintura, lo que significaba que había sido agregada posteriormente, señaló Bauman.