El nominado del presidente Donald Trump para secretario de Asuntos de Veteranos, Ronny Jackson, retiró el jueves su candidatura para el cargo, aduciendo que una serie de “falsas acusaciones” en su contra que han surgido al iniciar su proceso de confirmación se han vuelto una distracción.
La Casa Blanca envió el comunicado de Jackson en el que dice que nunca “esperó tener que dignificar los ataques anónimos y sin fundamento sobre su carácter e integridad”.
Jackson enfrentaba una serie de alegaciones de conducta profesional y personal inapropiada, incluyendo abusos en la prescripción de medicamentos y de consumo excesivo de alcohol durante horas de trabajo y a menudo en viajes al extranjero.
Los señalamientos están contenidos en un memorando recopilado por legisladores demócratas de un panel del Senado, que muestran "un patrón" de prácticas cuestionables.
La Casa Blanca respondió a las acusaciones con una enfática defensa de Jackson, pese a la manifiesta incomodidad de los legisladores de ambos partidos por el hecho de que la administración parece no haber investigado debidamente los antecedentes del médico y de otros nominados.
El miércoles, la vocera del presidente, Sarah Huckabee Sanders, dijo que el doctor Jackson había pasado "por lo menos cuatro investigaciones de antecedentes independientes", las cuales no habían encontrado "áreas de preocupación".
"Él ha sido más investigado que la mayoría de nominados", aseguró Sanders.
El director legislativo de la Casa Blanca, Marc Short, dijo que el médico "afirma enfáticamente que las acusaciones son infundadas".
