Quizás recuerda a la pequeña Grayson Clamp, sorda de nacimiento, escuchando la voz de su padre por primera vez, gracias a una cirugía.
“¿Puedes escuchar a papá? ¡Papa te quiere!”, recordamos de esa ocasión.
O piense en la alegría de una persona quien finalmente escucha su propia voz con la ayuda de un implante.
Son los momentos inolvidables que hablan al don del sonido.
Ahora, un avance científico puede llevar a progresos aún más grandes para aquellos con una severa pérdida de audición.
Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts desarrollaron un pequeño chip de computadora, más pequeño que una moneda de un centavo, y dicen que puede conducir al audífono del futuro.
Es pequeño, se puede implantar en el oído y puede ser recargado inalámbricamente y a control remoto.
Si bien los implantes cocleares existentes tienen varias partes colocadas fuera de la oreja, este nuevo chip elimina totalmente la necesidad de sensores afuera.
Usando un audífono natural de la oreja, en vez de sensores externos, de forma esencial ofrece al paciente un audífono completamente invisible.
Según los desarrolladores de estos maravillosos audífonos, dentro de los próximos cinco o diez años, podremos ver esto disponible para cada paciente que califique.
“¿Puedes escuchar a papá? ¡Papa te quiere!”, recordamos de esa ocasión.
O piense en la alegría de una persona quien finalmente escucha su propia voz con la ayuda de un implante.
Son los momentos inolvidables que hablan al don del sonido.
Ahora, un avance científico puede llevar a progresos aún más grandes para aquellos con una severa pérdida de audición.
Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts desarrollaron un pequeño chip de computadora, más pequeño que una moneda de un centavo, y dicen que puede conducir al audífono del futuro.
Es pequeño, se puede implantar en el oído y puede ser recargado inalámbricamente y a control remoto.
Si bien los implantes cocleares existentes tienen varias partes colocadas fuera de la oreja, este nuevo chip elimina totalmente la necesidad de sensores afuera.
Usando un audífono natural de la oreja, en vez de sensores externos, de forma esencial ofrece al paciente un audífono completamente invisible.
Según los desarrolladores de estos maravillosos audífonos, dentro de los próximos cinco o diez años, podremos ver esto disponible para cada paciente que califique.
