La Casa Blanca dijo el martes que no va a exigir a los empleadores que ofrezcan un seguro médico a sus trabajadores hasta el año 2015, con lo que prácticamente el corazón de la reforma será retrasada un año.
El retraso responde a las quejas generalizadas de las empresas y sus grupos de presión sobre los requisitos para los empleadores con 50 o más trabajadores a tiempo completo.
Las empresas habrían tenido que pagar al Servicio de Impuestos Internos 2.000 dólares por cada empleado de tiempo que no reciba cobertura de salud, a partir del 1 de enero, cuando entraría en vigencia la Ley de Asistencia Asequible y Protección al Paciente también conocida como Obamacare.
En medio del otro debate importante por la reforma migratoria y su incierto futuro en la Cámara de Representantes, el retraso del Obamacare representa un golpe de importancia en la credibilidad y en el legado del gobierno de Obama.
La Casa Blanca intentó ponerle buena cara al retraso. ``Esto está diseñado para cumplir dos objetivos'', dijo Mark Mazur, secretario asistente sobre política fiscal del Departamento del Tesoro, en un blog del Gobierno.
``Nos permitirá considerar formas de simplificar los nuevos requerimientos de información de conformidad con la ley. Segundo, proporcionará tiempo para adaptar la cobertura de salud y los sistemas de información, mientras los empresarios avanzan en la creación de una cobertura médica asequible y accesible'', sostuvo.
Tal como lo vio el senador Orrin Hatch, el republicano de mayor rango en el Comité de Finanzas del Senado, solo hay una salida probable al supuesto fracaso del Obamacare. ``El único recurso razonable es derogar completamente esta ley'', sentenció Hatch.