La cámara alta del Parlamento italiano aprobó este viernes 11 de noviembre medidas de austeridad y otras reformas cruciales para ayudar a sacar al país de su crisis financiera.
Si las reformas son aprobadas en la cámara baja el sábado 12 de noviembre, se espera que el primer ministro Silvio Berlusconi renuncie y despeje el camino para la formación de un nuevo gobierno que apacigüe a los inversores internacionales y a la Unión Europea.
Los cambios en la legislación italiana están dirigidos a estimular la economía y poner bajo control una deuda pública de $2,6 billones de dólares.
Líderes de la UE e inversores temían que sin la acción italiana, la tercer economía más grande de la eurozona necesitaría un rescate internacional que sería mucho más caro que los ya previstos para Grecia, Irlanda y Portugal.
