Un día después de que los senadores republicanos se negaran enfáticamente a confirmar un nominado a la Corte Suprema este año, el presidente Barack Obama y los demócratas en el Senado prometieron continuar trabajando para llenar la vacante dejada tras la muerte del juez Antonin Scalia.
"La Constitución dice que debo nominar candidatos para la Corte Suprema cuando hay una vacante, y el Senado ejerce su obligación constitucional de asesor y consentir. Yo voy a hacer mi trabajo", dijo Obama.
"Tenemos que seguir presionando y creo que el público nos apoya" dijo la senadora demócrata Amy Klobuchar, cuando se le preguntó sobre la estrategia de su partido para obligar a los republicanos que controlan la cámara, a cambiar su posición.
Klobuchar es miembro de la Comisión Judicial del Senado, que debe realizar las audiencias de confirmación a los nominados a una corte federal. Los republicanos en la Comisión dijeron que no realizarán audiencias y no considerarán a ningún nominado del presidente Obama para la Corte Suprema.
Pero, tanto el presidente Obama como los demócratas en la Comisión Judicial del Senado tienen el mismo mensaje para los republicanos: "Que el presidente nombrará a alguien que está obviamente muy calificado y que es eminentemente confirmable, lo que hará que los republicanos reconsideren su posición", dijo a la VOA el senador Cris Coons, miembro del panel.
Este miércoles, los senadores republicanos del panel reiteraron su posición. "Una mayoría en el Senado no va a avanzar un nominado este año", dijo el senador John Sessions. "No va a suceder", afirmó.
"El Senado tiene todo el derecho de no realizar audiencia y no deberíamos intentarlo", dijo el senador John Cornyn, otro miembro republicano de la Comisión Judicial.
