El grupo terrorista Estado Islámico se responsabilizó por un ataque explosivo en Manbij, el norte de Siria donde murieron dos soldados y dos civiles estadounidenses.
El número de muertos en el ataque de Manbij, puede aumentar, y el atentado genera preguntas sobre lo que sucederá una vez que las fuerzas estadounidenses se retiren del área.
La Coalición para la Operación Resolución Inherente confirmó que dos soldados, un empleado civil del Departamento de Defensa y un contratista de defensa de EE.UU. murieron en el atentado del miércoles, y otros tres militares resultaron heridos.
"Los informes iniciales indican que una explosión causó las víctimas, y el incidente está bajo investigación".
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo que el atentado, reclamado por el grupo terrorista del Estado Islámico, dejó 20 muertos.
Funcionarios estadounidenses no identificados habían dicho previamente que cuatro soldados estadounidenses habían muerto en el ataque, y que otros tres estaban heridos.
"Miembros de los servicios militares de Estados Unidos murieron durante una explosión mientras conducían un patrullaje de rutina en Siria hoy. Todavía estamos recopilando información y compartiremos detalles adicionales en un momento posterior", dijo en Twitter un portavoz de la coalición liderada por Estados Unidos.
Asimismo, Amaq, un sitio de internet vinculado al Estado Islámico, emitió un comunicado en el que dijo que un militante suicida atacó una patrulla de las fuerzas de coalición que Estados Unidos lidera en el país.
Funcionarios locales y el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos con sede en Gran Bretaña dijeron que la explosión sacudió la ciudad norteña de Manbij el miércoles, cuando la patrulla pasaba por un restaurante cerca del mercado principal.
Las autoridades señalaron que la explosión mató a siete civiles e hirió a nueve más.
La noticia del ataque también llegó a la Casa Blanca.
"El presidente recibió una completa información y continuaremos monitoreando la situación actual en Siria", dijo la secretaria de prensa, Sarah Sanders.
El Pentágono confirmó el viernes que había comenzado a retirar algunos equipos de Siria como parte de la retirada, pero que unas 2.000 fuerzas de Estados Unidos permanecerían en el lugar hasta que las condiciones en el terreno les permitieran irse.
Decenas de fuerzas de Estados Unidos se encuentran en las afueras de Manbij, que ha sido un punto crítico entre las milicias kurdas respaldadas por Estados Unidos cerca de Turquía.
La principal milicia kurda en Siria, el YPG, ha sido un componente clave de las fuerzas de combate apoyadas por Estados Unidos. Pero Ankara considera al YPG como una organización terrorista con vínculos con los rebeldes kurdos en Turquía.
Por otra parte en Washington, el vicepresidente Mike Pence pronunció el miércoles un discurso en el Departamento de Estado en que aseguró que "el califato se ha derrumbado" y defendió el retiro de las tropas estadounidenses en Siria afirmando que será "ordenado y eficaz". Prometió que Estados Unidos mantendrá una presencia militar en la región para garantizar que el Estado Islámico no renazca.
