Más que volumen de personas, el masivo éxodo de venezolanos a varios países de la región ha traído consigo un colapso de los servicios en las naciones receptoras.
Con el fin de mejorar las condiciones de estas personas, y tener un mayor control de los recursos, los gobiernos de Colombia, Ecuador, Perú, Argentina, Paraguay, Haití, República Dominicana, Panamá, Estados Unidos y Canadá acordaron la creación de una tarjeta de control sanitario que ya se distribuye en tres idiomas y va a servir, principalmente, para niños y personas de la tercera edad.
“Lo que se busca aquí es, bueno evidentemente, darle una mejor atención médica al refugiado venezolano, y al mismo tiempo, lo que se busca es optimizar recursos porque lo que estaba pasando es que un venezolano se vacunaba en Cúcuta, por ejemplo, y luego seguía a Ecuador y se volvía a vacunar en Quito y después llegaba a Perú y se volvía a vacunar en Lima”, afirmó a Venezuela 360 David Smolansky, Comisionado de la OEA para los refugiados venezolanos.
Según el comisionado Smolansky, el programa de esta tarjeta unificada comenzó hace un mes con un millón de ejemplares repartidos. Irán aumentando progresivamente su entrega y se pueden adquirir en los hospitales de las redes de salud pública de cada país, incluyendo además, puestos de salud en zonas fronterizas como Cúcuta, Rumichaca y Tumbes.
A continuación, la transcripción de la entrevista que concedió a Venezuela 360, David Smolansky, comisionado ante la OEA para atención humanitaria a los venezolanos.
Nathaly Salas Guaithero (V360): Usted participó recientemente en la Cumbre de la Solidaridad que se realizó en Bruselas, queríamos saber en principio la conclusión a la que llegó después de su participación.
Comisionado David Smolansky: Lo que discutimos fueron cuáles son las políticas que se pueden implementar para darle una mayor atención a cuatro millones y medio de venezolanos que se han visto forzados a salir de su país por la dictadura.
Hoy los venezolanos somos la población más desplazada del mundo, sin una guerra convencional ni una catástrofe natural y aún, si contamos a aquellos que han salido por catástrofes naturales o guerras convencionales, los venezolanos somos la segunda población más desplazada, solamente superada por Siria. Entonces, lo importante de esta reunión es que esta crisis debe tener una interpretación global, esta crisis necesita el apoyo de la inmensa mayoría de los gobiernos del mundo porque estamos viendo, todos los días, cómo se están yendo 5 mil venezolanos, ese es el promedio de los que se están yendo diariamente de mi país. Esto equivale a 200 venezolanos por cada hora, donde presentan distintas vulnerabilidades en cuanto a su nutrición, en cuanto a enfermedades que padecen como malaria, como difteria, mujeres que desesperadamente llegan a algún ambulatorio en Brasil o en Colombia para dar a luz, y evidentemente, los países receptores tienen sus capacidades alteradas porque este número de refugiados y migrantes venezolanos ha superado cualquier pronóstico, cualquier proyección que se haya tenido cuando esto empezó.
V360: Justamente, usted señalaba que una de las principales preocupaciones es el estado de salud de las personas. Muchas de ellas llegan sin ningún tipo de documentación, ni siquiera de identidad, mucho menos de control sanitario. De allí, nace una iniciativa que usted mencionaba anteriormente, de una tarjeta única de vacunación, ¿en qué consiste?.
Smolansky: Bueno, sería petulante decir que uno lo creó. Esto fue un acuerdo de diez gobiernos en la región. Nosotros hemos participado en esas reuniones regionales de salud que se han hecho a nivel ministerial, la última fue en Cúcuta. Ahí, pues, los diez países lo han acordado… Colombia, Ecuador, Perú, Argentina, Paraguay, Haití, República Dominicana, Panamá, Estados Unidos… Estos países, pues, han acordado la tarjeta unificada de vacunación que va a estar en tres idiomas, que va a servir para niños recién nacidos y para personas de la tercera edad. Y lo que se busca aquí es, bueno, evidentemente, darle una mejor atención médica al refugiado venezolano, y al mismo tiempo, lo que se busca es optimizar recursos porque lo que estaba pasando es que un venezolano se vacunaba en Cúcuta, por ejemplo, y luego seguía a Ecuador y se volvía a vacunar en Quito y después llegaba a Perú y se volvía a vacunar en Lima.
Esto comenzó en octubre, ya lleva un mes implementándose, y yo soy un entusiasta de esta política; no sólo por lo que puede beneficiar a los venezolanos que llegan en condiciones muy vulnerables, que no tienen cómo vacunarse en Venezuela, sino que esto además sirve de referencia y de política integral en otras áreas.
Decía, justamente, las autoridades del gobierno de Colombia en esta reunión en Bruselas, que desde que empezó esta crisis de inmigrantes y refugiados, Colombia está recibiendo venezolanos, literalmente, a todas las horas, ellos han vacunado… han utilizado un millón y medio de vacunas solamente en Colombia. Por eso te decía antes, que uno de los principales desafíos que tenemos es la salud en la región, y bueno, ojalá esta tarjeta unificada de vacunación, insisto, sirva como referencia para implementar otras políticas en toda la región. O sea, que uno vaya a Perú, a Ecuador o Colombia y no varíe. Creo que eso puede ser referencia para la educación, para la identificación, para políticas contra la xenofobia, en seguridad ciudadana, entre otras.
V360: ¿Cómo funciona esa tarjeta? ¿dónde la pueden adquirir estas personas y si habrá suficiente, en cuanto a cantidad, para suplir las necesidades de todas las personas?.
Smolansky: Bueno, empezó como te decía, hace un mes. Se distribuyeron un millón de tarjetas. Se están suministrando en la red de salud pública de estos países: hospitales, ambulatorios… también en los puntos fronterizos, por ejemplo, en Cúcuta, en Tulcán, en Rumichaca o en Tumbes, donde hay por ejemplo puestos (muchos de esos puestos fronterizos de la Cruz Roja) también se va a distribuir y, bueno insisto, de esta forma brindarle una mejor atención médica a tantos venezolanos que huyen en condiciones muy vulnerables.
V360: Gracias comisionado.
Smolansky: Gracias.
