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La NASA instalará un inodoro de 23 millones de dólares en la Estación Espacial Internacional


La astronauta Kate Rubins, al centro, y personal de apoyo revisan el Sistema Universal de Administración de Desechos, el pasado 18 de junio de 2020, en Houston.
La astronauta Kate Rubins, al centro, y personal de apoyo revisan el Sistema Universal de Administración de Desechos, el pasado 18 de junio de 2020, en Houston.

Un cohete espacial está listo para ser enviado a la Estación Espacial Internacional. Entre la carga va un inodoro de titanio, con un valor de 23 millones de dólares, y un diseño más apropiado para las mujeres astronautas.

Un vuelo especial que llevaría el nuevo inodoro de titanio de la NASA, valorado en unos 23 millones de dólares, y diseñado como una mejor opción para las astronautas mujeres, falló en su lanzamiento el jueves por la tarde e intentaría un nuevo lanzamiento en la noche del viernes.

La NASA publicó en su cuenta de Twitter en la noche del jueves que el lanzamiento fue cancelado a unos dos minutos del despegue “debido a un problema desconocido con un componente de los equipos de apoyo en tierra”.

Northrop Grumman, fabricante del cohete Antares, dijo que se intentaría un nuevo lanzamiento el viernes por la noche desde Wallops Island, en Virginia, si los ingenieros lograban resolver el problema.

Entre la carga que sería enviada a la Estación Espacial Internacional (EEI) está el nuevo inodoro.

Los inodoros que actualmente están instalados en la Estación Espacial Internacional fueron diseñados para hombres. Pero con más mujeres sumándose a las filas de la NASA, la agencia aeroespacial se propuso crear un mejor inodoro, inclinando el asiento y haciéndolo más alto, dijo Melissa McKinley, la gerente del proyecto en el Centro Espacial Johnson.

"Limpiar un desastre es un gran problema. No queremos ninguna falla o fuga”, dijo McKinley.

Asimismo, los embudos largados han sido rediseñados para que las mujeres puedan usarlos para orinar mientras están sentadas para defecar al mismo tiempo, dijo McKinley. Hasta ahora, había sido o lo uno o lo otro para ellas, señaló.

Con un peso aproximado de 100 libras y 28 pulgadas de altura, el nuevo inodoro tiene la mitad del tamaño que los dos inodoros rusos que están actualmente en la EEI. Su reducido tamaño lo hace perfecto para las cápsulas Orion de la NASA que llevarán a los astronautas a la luna en unos pocos años.

El nuevo inodoro será usado al mismo tiempo que los anteriores y será instalado en el lado estadounidense de la Estación Espacial.

Al igual que anteriores cómodas espaciales, la succión de aire, en lugar de agua o gravedad, retira los desperdicios. La orina recolectada por el nuevo inodoro será dirigida al sistema de reciclaje de agua para producir agua para beber y cocinar. El titanio y otras aleaciones de metales fueron escogidas para el nuevo inodoro para resistir todos los ácidos usados en el pretratamiento de la orina.

La población de la estación especial será de entre seis y siete personas tras el próximo vuelo de un cohete de SpaceX, y se espera que sea aún mayor cuando tripulantes no profesionales -como turistas- puedan empezar a participar en los vuelos tan pronto como el próximo año.

La última vez que la NASA ordenó un nuevo inodoro fue a inicios de los años 1990 para acomodar una misión de un transbordador espacial que realizaría un recorrido de dos semanas.

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