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Tecnología trabajará para defender la integridad de votación por correo


ARCHIVO - Boletas de votación por correo procesadas en el Centro Gubernamental de Salt Lake City, Utah, en noviembre del 2016.
ARCHIVO - Boletas de votación por correo procesadas en el Centro Gubernamental de Salt Lake City, Utah, en noviembre del 2016.

La votación por correo puede ser fuente de mucha especulación. Pero muchos no conocen cuántos salvaguardas tecnológicos existen para garantizar la integridad del proceso. Aún así, las autoridades sienten que deben educar al público, especialmente a los jóvenes y nuevos votantes, en un año donde la cantidad de votos por correo podría ser abrumadora. Algunos calculan hasta un 75 por ciento.

El 2020 será un año récord para el voto por correo en las elecciones estadounidenses y eso ha generado preocupaciones de seguridad sobre cada paso del proceso.

Pero funcionarios electorales dicen que tienen ya los sistemas para hacer que votar por correo sea un éxito, aún cuando las preocupaciones por votar en medio de la pandemia están llevando a algunos estados a aumentar las opciones de votar por correo.

“Entre 90 y 105 millones de boletas podrían llegar por correo”, dijo Eddie Pérez, director de Desarrollo de tecnología en el Instituto OSET, una organización sin fines de lucro especializada en el uso de la tecnología en procesos electorales. Si lo que estamos viendo en otras elecciones primarias es alguna guía, posiblemente es seguro estimar que entre 65 y 75 por ciento de las boletas de noviembre vendrán por el correo”.

“Eso es un volumen de correo muy, pero muy significativo”, agregó Pérez.

Para tener una idea de cuán significativo, el porcentaje de votantes que emitieron sus votos por correo aumentó casi tres veces entre 1996 y el 2016, de 7,8 por ciento a casi 21 por ciento, según un análisis del Centro de Investigación Pew de información del Buró de Censos. Por supuesto, el número total de votantes en cada elección no fue el mismo, y no se conoce cuál será en el 2020, por lo que cualquier comparación no puede ser precisa. Pero el salto de casi un 21 por ciento a un 75 por ciento, o incluso un 65 por ciento de todos los votos llegando por correo, es significativo.

Aún así, los expertos electorales dicen que el sistema de votos por correo tiene una serie de chequeos a lo largo del proceso, fortalecidos por programas tecnológicos y de elecciones, empezando con la boleta que se le envía al votante.

“A veces uno escucha pláticas sobre como boletas en blanco están siendo enviadas casi alegremente sin ningún control”, dijo Pérez. “Y eso simplemente no es el caso. Siempre ha habido una celosa asociación entre que la elegibilidad del votante haya sido verificada y el paso de enviarle una boleta a ese votante”.

Una vez que el votante envía o pasa dejando la boleta, los programas de votación de su condado empiezan a trabajar. Escaneadores digitales toman imágenes del sobre de la boleta para asegurarse que la firma del votante en el sobre concuerda con la que el condado tiene en sus registros. Información en código de barras en la boleta es escaneada y comparada con los archivos de registro de votantes.

Un escaner digital escanea las boletas y empieza en conteo. Cualquier anomalía, la falta de una firma o una forma equivocada o falsa, es enviada para ser revisada. Los votantes pueden dar seguimiento al avance de su boleta, de una forma similar a la que pueden dar seguimiento al envío de un paquete, ya sea por mensajes de texto o por una aplicación de rastro de una boleta”, explicó Kelley.

Boletas por correo no contadas

Pero la votación por correo no es una panacea. No todos los que votan por correos tienen sus votos contados. En la elección primaria de marzo del 2020 en California, unas 100.000 boletas, como un 1,5 por ciento de las 7 millones enviadas por correo, no fueron contadas, según la agencia de noticias Associated Press.

Problemas comunes con la votación por correo incluyen que algunas son enviadas demasiado tarde, que a los votantes se les olvida firmar el sobre, o que sus firmas no concuerdan con las que las autoridades tienen en sus registros.

Pero aún con esas reformas, Kim Alexander, presidente y fundador de la Fundación de Votantes de California, dice que a ella le preocupa un grupo, los jóvenes y nuevos votantes.

“Tienen tres strikes en su contra”, dijo Alexander. “No están familiarizados con la votación. No están familiarizados con la forma en que opera el sistema postal estadounidense. Y no están acostumbrados a firmar. No escriben cheques. Así que si juntas esos tres elementos, significa que tenemos mucho trabajo de educación por hacer”.

No todo marchará sin tropiezos, dicen, y el público posiblemente deba armarse de paciencia. Los resultados de las elecciones posiblemente no se conozcan durante semanas, quizás no hasta inicios de diciembre.

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