El tifón Mangkhut llegó el domingo a Hong Kong y otros lugares a lo largo de la costa sur de China, trayendo consigo fuertes lluvias y vientos que dejan dos personas puertas.
Más de 2.4 millones de personas fueron evacuadas de la provincia de Guangdong y 5000 barcos pesqueros volvieron a tierra el domingo.
La cadena de noticias de Hong Kong, RTHK citó a expertos que afirmaban que Mangkhut será el mayor tifón en llegar a la ciudad en décadas.
Hong Kong elevó su advertencia de tormenta a 10, su alerta más alta.
El Observatorio de Hong Kong hizo "un llamado especial al público para que permanezca en un lugar seguro en el interior y no salgan", pero todos no han seguido ese consejo.
Macau, el centro de juegos de China, ha cerrado todos sus casinos. El gobierno dijo en un comunicado: "La suspensión es para la seguridad de los empleados del casino, los visitantes de la ciudad y los residentes".
Mangkhut hizo su primera recalada en Filipinas el sábado, golpeando el extremo norte de la isla de Luzón. Para el domingo, el número de muertos llegó a 64, con la mayoría de las víctimas debido a deslizamientos de tierra.
La tormenta es la más destructiva en Filipinas este año.
Las granjas de Luzón, la isla más grande de Filipinas, están inundadas. Las granjas producen la mayor parte del arroz y el maíz del país. Ahora, sin embargo, las plantaciones de arroz se han arruinado solo un mes antes de la cosecha.
"Hemos perdido la esperanza", dijo Mary Anne Baril, de 40 años, a la agencia de noticias francesa AFP. Mangkhut arruinó las cosechas de Baril. "No tenemos otros medios para sobrevivir".
Mangkhut ha sido degradado de un supertifón a tifón, pero sigue siendo mortal.
El ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, tenía programado comenzar un viaje a Filipinas el domingo, pero los dos países acordaron posponer esa visita debido al tifón. Cerca de 150 vuelos han sido cancelados debido a Mangkhut, y la provincia china de Guangdong también está en el camino de la tormenta.
Mangkhut llegó con vientos de 270 kilómetros por hora que arrancaron los techos de zinc de las casas y cortaron las líneas eléctricas.
Aún así, la fuerza y el daño atribuidos a la tormenta se midieron por debajo del tifón Haiyan, que dejó más de 7,300 personas muertas o desaparecidas en Filipinas en 2013.
