El presidente de EE.UU., Donald Trump, reiteró su intención de construir "un gran muro" con México, asegurando que no será "una broma como el actual".
Afirmó que se involucrará personalmente para "reducir su costo", ya que las últimas estimaciones lo sitúan por encima de los 21.600 millones de dólares.
"Va a ser un gran muro. Y lo negociaré yo, de modo que el precio se bajará como el resto de las cosas que he negociado para el Gobierno", dijo Trump en una rueda de prensa no prevista en su agenda en la Casa Blanca.
Un dato especial, fue que Trump no mencionó como en otras ocasiones que será México quien se haga cargo de la factura.
El costo estimado del muro fronterizo ha ido creciendo progresivamente, va desde los $8.000 mil millones de dólares que calculó inicialmente Trump, hasta los $21.600 millones, según los últimos cálculos del Departamento de Seguridad Nacional.
Por ello, el presidente indicó que se había reunido con su secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, para "comenzar el proceso" de construcción del muro en la frontera sur, algo que remarcó como "una promesa de campaña".
Trump subrayó que será un "muro que funcione" y no como la barrera actual, que es "o bien inexistente o una broma", sobre el tramo ya construido en partes de la frontera.
Achacó, además, a la falta de control fronterizo el hecho de que EE.UU. se esté convirtiendo "en una nación infestada de drogas" en la que "son más baratas que los caramelos".
La relación bilateral entre México y EE.UU. vive uno de sus momentos más difíciles en años. El presidente mexicano Enrique Peña Nieto, canceló una visita a Washington programada para el 31 de enero a raíz de la insistencia de Trump en que México pague el muro que ha ordenado construir en la frontera común.
Para tratar de suavizar estas tensiones, el próximo 23 de febrero, Kelly y el nuevo secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, realizarán una visita de trabajo a la Ciudad de México para verse con sus homólogos mexicanos.