Nuevos combates entre militares ucranianos y separatistas prorrusos han dejado al menos ocho civiles muertos en el este de Ucrania, según informaron las autoridades el martes.
Otras 22 personas habrían resultado heridas en los fieros cañoneos durante las 24 horas previas.
“Volaba por todas partes, la metralla, todo. Todo se quemaba desde arriba hacia abajo. La ropa que nos ve puesta, esto es lo que nos ha quedado”, dijo la residente de Donetsk, Valentina Voloshina.
Los combates han aumentado en las regiones de Donetsk y Luhansk, auto declaradas separatistas, especialmente alrededor de la localidad de Debaltseve controlada por Ucrania, desde que colapsaron las conversaciones de paz entre el gobierno ucraniano y los separatistas el sábado.
Se teme que la violencia aumente aún más. El lunes, el líder de los separatistas prorrusos anunció una “movilización general” con el objetivo de aumentar las fuerzas armadas separatistas a 100.000 combatientes.
Mientras tanto, Estados Unidos dice que todavía no ha decidido si proveerá ayuda militar letal a Ucrania en su lucha contra los separatistas.
La portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, dijo a los reporteros que ninguna opción “se ha retirado o se ha puesto sobre la mesa” y que la “discusión continúa abierta”, pero no se ha tomado una decisión.
