El presidente de Ucrania comparó el martes la recuperación de la ciudad sureña de Jersón con el desembarco aliado en Francia en el Día D de la II Guerra Mundial, y dijo que ambos eran puntos de inflexión previos a una victoria posterior.
En declaraciones por videoconferencia con la cumbre del Grupo de los 20 en Bali, Indonesia, Zelenskyy dijo que recuperar Jersón “recuerda a muchas batallas pasadas, que se convirtieron en puntos de inflexión en guerras pasadas”.
“Es, por ejemplo, como el Día D, el desembarco de los aliados en Normandía. No era aún un punto final en la lucha contra el mal, pero ya determinó todo el rumbo futuro de los acontecimientos. Es exactamente así como nos sentimos ahora”, dijo.
Recuperar Jersón ha sido uno de los mayores éxitos de Ucrania en casi nueve meses de invasión rusa, y asestó otro duro golpe al Kremlin.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, lo describió como una “victoria significativa” para Ucrania. “Vamos a seguir proporcionando la capacidad de que el pueblo ucraniano se defienda por sí mismo”, añadió en declaraciones en un aparte de la cumbre del G20.
En su mensaje al G20, Zelenskyy pidió la creación de un tribunal especial para juzgar a militares y políticos por el crimen de agresión contra Ucrania, así como la creación de un mecanismo internacional para compensar a Kiev por las muertes y la destrucción de la guerra.
Zelenskyy se refirió a la cumbre del G20 como “la cumbre del G19”, en línea con la posición de Kiev de que Rusia debería ser excluida del grupo.
“En todas partes, cuando liberamos nuestra tierra, vemos una cosa: Rusia deja atrás cámaras de tortura y fosas comunes (...) ¿Cuántas fosas comunes hay en el territorio que aún sigue bajo control de Rusia?”, preguntó Zelenskyy.
Las autoridades ucranianas reportaron el martes la muerte de otro civil por un proyectil ruso en el este de Ucrania, que se sumaba a las decenas de miles de muertos y heridos en la invasión.
Grandes extensiones del sur y el este de Ucrania siguen bajo control ruso, y la propia ciudad de Jersón sigue al alcance de proyectiles y misiles rusos.
El final de la ocupación rusa en la ciudad -la única capital provincial tomada desde la invasión de febrero- ha desencadenado días de celebraciones. Pero conforme se acerca el invierno, los 80.000 vecinos que quedan siguen sin calefacción, agua o electricidad, y les faltan comida y medicinas.
Las autoridades ucranianas dicen que como en otras zonas liberadas, están apareciendo indicios de atrocidades.
Zelenskyy hizo el lunes una visita sorpresa triunfal a Jersón. Allí dijo que la retirada rusa de la ciudad sureña era “el principio del final de la guerra”, aunque también admitió el alto precio que están pagando los soldados ucranianos por sus duros esfuerzos por rechazar a las fuerzas invasoras rusas.