La Zona Verde de Bagdad, la sección fortificada en la orilla occidental del río Tigris, quedó abierta las 24 horas del día a todo el público desde el martes, una medida que busca proyectar confianza en la situación de seguridad del país después de años de guerra.
El área donde están la embajada estadounidense y varias dependencias del gobierno iraquí “estará ahora abierta las 24 horas del día sin excepciones ni condiciones”, declaró a The Associated Press el mayor general iraquí Jassim Yahya Abd Ali.
La zona de 10 kilómetros cuadrados (4 millas cuadradas) con sus palmeras y monumentos, estuvo cerrada al público desde la invasión estadounidense de 2003 para derrocar a Saddam Hussein.
“Bagdad me parece más grande que antes”, dijo Assir Assem, de 25 años, que pudo entrar con su auto a la Zona Verde el martes por primera vez en su vida. Dijo que su generación desconocía la Zona Verde y le parecía que la gente de allí vivía en otro país.
“Ahora no hay diferencia y esto es tan hermoso”, dijo.
Antes de la guerra la zona cobijaba los palacios de Hussein. Después del derrocamiento de Hussein se la conoció como la “Pequeña América”, ya que la ocuparon las fuerzas estadounidenses. En años posteriores, la zona amurallada, rodeada por aceras de concreto, se convirtió en un símbolo odiado de la desigualdad en el país.
Los iraquíes necesitaban credenciales especiales de seguridad para poder entrar.
Varios intentos y promesas del gobierno iraquí de abrir la Zona Verde al tráfico fracasaron debido a los problemas de seguridad persistentes.
Meses atrás, el gobierno empezó a levantar las restricciones. El primer ministro Adel Abdul Mahdi dijo que la zona quedaría totalmente abierta el público en Eid al-Fitr, la festividad del fin del Ramadán.
Ali dijo que se quitaron 12.000 muros de concreto de la zona.
“Gracias a Dios la apertura de la Zona Verde sucedió durante el Eid... Es una iniciativa muy buena y facilitará el transporte en Bagdad”, dijo el taxista Abdullah Mouhamed.
