El “número dos” de la red terrorista al-Qaeda, Aiman al-Zawahiri, es el probable sucesor después de la muerte de Osama bin Laden. Pero quienquiera que asuma tendrá dificultades para suplir la figura de bin Laden.
La muerte de Osama ha dado lugar a especulaciones sobre quién tomará el control de al-Qaeda, si es que alguien lo hará. A menudo se menciona al islamista egipcio Aiman al-Zawahiri, un portavoz frecuente del grupo que ha recalcado en varias oportunidades su cercanía con el fallecido líder.
En un discurso en audio dado a conocer en febrero, al-Zawahiri señaló que bin Laden le asignó la tarea de asesorar a los guerrilleros islámicos en la ley islámica Sharia.
Al-Zawahiri también ha sido vocero de la retórica más incendiaria contra Estados Unidos. Tal vez lo más importante es que es considerado por muchos como el cerebro de la red terrorista y responsable de la planificación de los actos más notorios del grupo, incluyendo los atentados de 2001 en Estados Unidos.
Mohamed Salah, analista político y editor del periódico Hayat, con sede en Londres, afirmó que al-Zawahiri es el verdadero fundador de al-Qaeda y tiene importante experiencia en organizar a los islamistas en Egipto. Quizá su experiencia sea más importante que el liderazgo ideológico y financiero brindado por bin Laden.
Cirujano de profesión, al-Zawahiri, al igual que bin Laden, renunció a una vida privilegiada para promover a través de la violencia un ideal islámico puritano.
Ambos se conocieron en su lucha contra las tropas soviéticas en Afganistán, pero al-Zawahiri comenzó a vincularse con ideologías radicales en su adolescencia.
Un compañero islamista que compartió una celda en una prisión egipcia con al-Zawahiri a principios de los 80 lo recuerda como modesto, un “caballero” que recitaba poesía, una descripción sorprendentemente común de los líderes terroristas.
Assem Abdel Maged dice que las apariencias externas pueden ser engañosas. Maged Abdel agregó que a pesar de su cortesía y docilidad, al-Zawahiri es una persona rígida, alguien que no puede ir contra o cambiar sus puntos de vista.
El jeque Abdel Maged, un alto miembro de Jemaah Islamiyah, dijo que el grupo islámico aconsejó a al-Zawahiri a seguir su ejemplo y abandonar la violencia.
Pero el jeque dijo que mientras las razones que motivaron la creación de al-Qaeda sigan en pie –lo que él ve como la arrogancia estadounidense y el apoyo a Israel- el grupo también seguirá activo.
De todos modos, en los últimos años al-Qaeda se ha visto obligado a sufrir modificaciones, en parte debido a que sus líderes no tuvieron más opción que esconderse.
Paradero desconocido
Aún se desconoce el paradero de al-Zawahiri. Pero la red se ha vuelto más difusa, y grupos afiliados a menudo han eclipsado al grupo de bin Laden.
Por ejemplo, Anwar al-Awlaki, de al-Qaeda en la Península Arábiga, se ha convertido en una poderosa figura, y su carisma marca un contraste con la severa imagen que proyecta al-Zawahiri. El jeque Abdel Maged cree que algún día esta generación más joven puede llegar a ocupar un primer plano.
Por ahora, sin embargo, él cree que al-Zawahiri es el único candidato para suceder a bin Laden. Pero algunos expertos en terrorismo cuestionan siquiera si al-Qaeda necesita un líder.
Por un lado, argumentan que bin Laden seguirá siendo un poderoso símbolo icónico mucho después de su muerte. El jeque Abdel Maged está de acuerdo en que la organización se desarrolló mucho más allá de sus orígenes jerárquicos.
Maged dice que al-Qaeda no es una pirámide, sino que es una idea que vive en el espacio, en el ciberespacio en particular, alimentada por los actos de Estados Unidos. Y el asesinato de bin Laden podría dar a sus partidarios repartidos por el mundo una razón más para seguir adelante, no importa quién ocupe su lugar.