Médicos brasileños informan sobre eventual cura de paciente de SIDA

La estatua del Cristo Redentor en Río de Janeiro protegida del coronavirus. Ahora doctores brasileiros dicen que un hombre fue curado del virus del SIDA. El caso es considerado aún como "preliminar".

Doctores en Brasil dicen que un tratamiento experimental administrado a un hombre conocido como Sao Paulo, pudo haberlo curado del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA).

El hombre, que fue sometido a una intensa terapia de medicamentos anti-retrovirales con el propósito de eliminar el virus de su cuerpo, no muestra señales del virus después de un año de haber dejado de recibir el tratamiento.

En una entrevista con la agencia Associated Press, el paciente dijo que estaba “muy conmovido, porque es algo que millones de personas desean. Es un regalo de vida, una segunda oportunidad para vivir”.

Los únicos dos casos conocidos de curas del SIDA han sido mediante transplantes de médula ósea, los cuales le dieron a los pacientes nuevos sistemas inmunológicos mejor dotados para responder al virus.

Los transplantes de médula ósea son prohibitivamente caros, y vienen con efectos secundarios que pueden poner en peligro la vida de los pacientes, llevando a los expertos a descartarlos como una opción viable.

“Estos son hallazgos emocionantes, pero son muy preliminares”, dijo la doctora Mónica Gandhi, una experta en SIDA en la Universidad de California, en San Francisco. “Esto pasó con una persona, y solo una persona”.

Gandhi señaló que otras cuatro personas en el mismo experimento no respondieron de igual manera al tratamiento.

Si el caso del paciente Sao Paulo puede demostrarse que funciona en un grupo mayor de pacientes, sería un enorme descubrimiento. Por ahora las personas enfermas de SIDA están obligadas a permanecer en tratamiento por el resto de sus vidas.

El SIDA debilita el sistema inmune de los enfermos al destruir células importantes que combaten enfermedades e infecciones. No existe una cura efectiva, pero la atención médica adecuada puede dar calidad de vida a los enfermos. La prevención y conductas sexuales responsables es lo más efectivo para mantener a raya la enfermedad.