Productores bolivianos de hoja de coca siguen enfrentados en un conflicto que comenzó hace una semana y que ha dejado hasta el momento una veintena de heridos y varios detenidos en medio de los operativos policiales.
La disputa en el departamento de La Paz se originó entre dos sectores identificados como afines al partido oficialista Movimiento Al Socialismo y un tercero que es crítico del gobierno. Los cocaleros luchan por el control del principal mercado de la hoja en La Paz.
Medios locales y extranjeros basados en el país informaron que en una protesta anterior se incendió un edificio.
La policía ha respondido a los enfrentamientos de las últimas horas con gases lacrimógenos para contener a los manifestantes que en respuesta han utilizado dinamita.
Los vecinos de la zona impactada por el conflicto en la capital La Paz rechazaron el uso de gases lacrimógenos y están exigiendo una solución al conflicto que los mantiene en zozobra.
“Tengo dos bebés recién nacidos que están en mi casa, no es posible que vengan aquí los policíasa arrojarnos gases, estamos muy molestos”, dijo un vecino de La Paz que prefirió no identificarse.
¿Por qué se enfrentan?
Los cultivadores de coca de la cercana región de Yungas están en desacuerdo con el liderazgo del organismo que dirige el enorme mercado de coca, el ingrediente base de la cocaína, pero que muchos en los Andes mastican para evitar los efectos de la alta altitud o beben en infusiones.
Además de un edificio, la pasada semana varios vehículos de la policía fueron incendiados durante un enfrentamiento sumilar entre manifestantes y las fuerzas policiales.
Existen dos grupos enfrentados. Uno de ellos permancen en torno al jefe del organismo sindical que administra el mercado de la coca Adepcoca, Arnold Alanes, respaldado por las autoridades.
Al otro grupo se ha unido al crítico del gobierno Armin Lluta, quien dice que el partido gobernante y el expresidente Evo Morales están tratando de controlar el comercio.
¿Qué dicen las autoridades?
El subcomandante de la Policía en La Paz, Hernán Romero, explicó en sus términos las acciones de las fuerzas del orden.
“La Policía está aquí para resguardar el orden público, para restablecerlo si es necesario en defensa de la sociedad y en cumplimiento de la ley”, afirmó Romero.
El vicepresidente David Choquehuanca convocó anteriormente a un diálogo pero no hubo resultados positivos y los manifestantes anunciaron que no desistirán en su disputa por el control de la Asociación de Productores de Coca de La Paz.
¿En qué contexto ocurren los enfrentamientos?
Esto ocurre mientras el gobierno de Luis Arce se defiende de las críticas de un reciente informe de Estados Unidos, inisistiendo en que su lucha contra el narcotráfico es efectiva.
Autoridades bolivianas han mantenido firme su postura en defensa de las políticas que aplican para la erradicación de drogas ilícitas y rechazaron el informe emitido hace unos días por el gobierno de Estados Unidos en el que señala una vez más al país de “haber hecho poco o nada para cumplir con sus obligaciones internacionales de lucha contra el narcotráfico”.
La Cancillería de Bolivia dijo que es un documento sesgado y que Estados Unidos carece de legitimidad y autoridad moral para juzgar al país.
Pero este es un tema arraigado y de permanente discusión dejando en evidencia una realidad preocupante, según aseguró a la Voz de América el Dr. Fernando Salazar, docente investigador de la Universidad Mayor de San Simón.
“Los productores de coca hicieron básicamente una institución del replante de coca, quiere decir erradicamos coca, 10.000, 12.000 o 15.000 hectáreas y la misma cantidad o mucho más se llega a replantar y como es un replante continuo frente a la escasa erradicación el tema está fuera de control”.
[Incluye información y fotografías de Reuters]
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