Cameron defiende posición en UE

El primer ministro David Cameron ofreció explicaciones ante el parlamento británico.

Cameron dijo que el tratado de la Unión Europea habría afectado la importante industria de servicios financieros de Gran Bretaña.

El primer ministro de Gran Bretaña, David Cameron, defendió su decisión de bloquear los cambios propuesto en el Tratado de la Unión Europea y que están destinados a proteger el euro.

En declaraciones ante el parlamento británico, Cameron dijo que el tratado de la Unión Europea habría afectado la importante industria de servicios financieros de Gran Bretaña.

También explicó que su asistencia a la cumbre de la Unión Europea en Bruselas, la pasada semana, fue con el objetivo de proteger los intereses nacionales de Gran Bretaña.

Sin embargo, el domingo, el socio de la coalición de gobierno de Cameron, el viceprimer ministro Nick Clegg del partido Liberal Demócrata, dijo estar “amargamente decepcionado” ante el resultado de la reunión.

"El primer ministro y yo estamos claramente en desacuerdo con el desenlace de la cumbre de la semana pasada" dijo Clegg en tono crítico.

En tal sentido subrayó que "fui muy claro al decir que creo que el aislamiento en Europa, cuando somos uno contra 26, es potencialmente negativo para los trabajos, negativo para el crecimiento, y es malo para los medios de subsistencia de millones de personas en este país".

Sin embargo el liberal demócrata aclaró que "no estoy aquí para defender a la Unión Europea en sí misma. Estoy aquí para defender los empleos y los medios de subsistencia de millones de personas en este país. Eso es lo que me importa" afirmó y dijo que esa es la razón "por la qué creo que lo que necesitamos hacer ahora es construir puentes, volver a participar y asegurarnos que la voz británica sea escuchada alta y clara en el corazón de Europa".

La propuesta de la Unión Europea habría requerido a sus miembros fijar límites obligatorios en gastos y préstamos, además de una tasa de impuestos corporativos unificada y un nuevo impuesto a las transacciones financieras, pero Gran Bretaña, que no usa el euro, expresó preocupación de que el plan pudiera socavar su soberanía.