Las canciones de María Elena Walsh

Argentina despidió a María Elena Walsh, cuyas canciones fueron cantadas por famosos juglares latinoamericanos.

Fue criada en un gran caserón, con patios, gallinero, rosales, gatos, limoneros, naranjos y una higuera dice su biografía. Y María Elena Walsh compartió todo eso con todos nosotros.

A través las canciones infantiles con las que crecimos y con las que criamos a nuestros hijos, las mismas con las que seguramente ellos criarán a los suyos, María Elena Walsh se convirtió en una parte de nuestras vidas, para siempre y más allá de su partida, el lunes 10 de enero de 2011, cuando falleció en su querida Buenos Aires, a los 80 años.

La “Canción de la Vacuna”, la “Canción para tomar el té”, o el inolvidable “Reino del Revés” y por supuesto, la inigualable “Manuelita la Tortuga”.

Canciones que crearon un sentido de pertenencia de crecer en una atmósfera familiar, de comunidades donde la vida sencilla y la vida de hogar, se unían a los sueños por descubrir el mundo.

Argentina despidió entre lágrimas a María Elena Walsh, cuyas canciones fueron cantadas por famosos juglares latinoamericanos como Joan Manuel Serrat y Mercedes Sosa, y cantadas por generaciones en ambas márgenes del Río de la Plata y en muchas partes de América Latina.

Walsh, era hija de un ferroviario inglés que tocaba el piano y cantaba canciones de su tierra y una argentina descendiente de andaluces y amante de la naturaleza, y se hizo conocida en el mundo hispano por sus narraciones y canciones infantiles y por sus personajes conmovedores.

El sepelio de María Elena Walsh se realizó en el Panteón de La Chacarita y sus restos fueron velados en la Sociedad Argentina de Autores y Compositores.

Miles de personas de todas las edades, así como compositores, escritores, músicos, actores, intelectuales y líderes políticos acudieron a despedirla. Incluso la presidenta argentina, Cristina Fernández, estuvo presente en el velatorio y envió una ofrenda floral.

En medio de la pausa del verano, una Buena Aires semivacía, casi en silencio, despidió a María Elena Walsh, quien nos dejó la magia del mundo que creó y nos regalo, rodeada de una inmensa calma y en paz.