El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se reunió este jueves en Caracas con la mandataria de Argentina, Cristina Fernández, en víspera de la cumbre en la que quedará constituida la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), un nuevo organismo hemisférico del que han sido excluidos Estados Unidos y Canadá.
Ambos mandatarios revisaron y ampliaron convenios bilaterales durante una reunión de casi dos horas en el Palacio de Miraflores, firmaron 35 acuerdos de cooperación agrícola, industrial, comercial y petrolera, y hablaron sobre intercambio de experiencias para promover el acceso de la población al uso de computadoras..
Entre los convenios rubricados figura uno para que Argentina exporte en 2012 a Venezuela varios productos alimenticios, como leche en polvo, carne de res, aceite, pollo, arroz, y otro para la construcción de 10.000 viviendas en el Estado venezolano de Carabobo.
Chávez recibió además en Miraflores a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, para analizar el impacto de la crisis económica global y discutir proyectos de infraestructura. La oficina de la mandataria brasileña, dijo que Rousseff sostendría una reunión trilateral con Chávez y Fenández.
El presidente venezolano aspira a tener con Rousseff las buenas relaciones que mantuvo con su predecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, quien fue un firme aliado suyo y con quien suscribió importantes acuerdos de cooperación, primordialmente en los sectores energético y de la construcción.
Se espera que a la cita de la CELAC acudan casi todos los jefes de Estado de los 33 países de la región, entre ellos el presidente de Cuba, Raúl Castro, quienes tendrán por anfitrión a Chávez, que ha dicho que la cumbre es el evento político más importante ocurrido en el continente “en 100 años o más”.
Para la cumbre las autoridades acondicionaron como sede del encuentro el Fuerte Tiuna, principal fortaleza militar del país que dispone de un régimen especial de seguridad.
Las fuerzas armadas informaron el despliegue en Caracas y en el contiguo Estado Vargas de 10.000 efectivos con la misión de garantizar el orden en una de las ciudades más violentas del hemisferio, que el año pasado tuvo una tasa de 48 homicidios por cada 100.000 habitantes.
Surgida de una propuesta hecha en México el año pasado por varios gobernantes de la región, la idea de la CELAC cobró fuerza mayormente impulsada por gobiernos como los de Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, y Ecuador, deseosos de privar a EE.UU. de la influencia política que históricamente ha ejercido en organismos hemisféricos como por ejemplo la Organización de Estados Americanos (OEA).
De hecho, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, llamó abiertamente a “reemplazar” la OEA con la CELAC, aunque su petición no haya tenido hasta ahora mayores repercusiones en aquellos países del área que mantienen excelentes relaciones políticas y económicas con Washington.
Con todo, Juan Manuel Santos, presidente de una de esas naciones, Colombia, declaró esta semana respecto al CELAC que "ésta es la década de América Latina (…) y cuanto más nos integremos, más preparados estaremos para afrontar ese huracán que está viviendo la economía mundial".
Según expertos, el reto más difícil que tendrán los principales países promotores de la CELAC como Cuba y Venezuela será conseguir que el organismo tenga una sola voz política con una membresía tan divergente como la de gobiernos de un lado abiertamente hostiles a Washington y del otro naciones como Colombia, Chile y Brasil, muy ligadas a EE.UU.
Las propias divergencias que se han dado en el seno de la OEA son una muestra, dicen los expertos, de que la región no se caracteriza por ser un bloque con ideas absolutamente convergentes, y capaz de asumir en el común de los casos una posición uniforme en foros internacionales, tal y como aspira la CELAC.
El organismo se añadiría a otros grupos regionales previamente creados y cuya cabeza visible ha sido Venezuela: la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), y la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), esta última integrada por 12 países.
La cumbre inaugural de la CELAC prevista para los días 2 y 3 de diciembre fue originalmente planeada para el pasado 5 de julio, pero fue pospuesta debido al cáncer que se le diagnosticó a su anfitrión, el presidente Chávez.