La Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos ha mostrado su preocupación de que China y “uno o dos países” más sean capaces de destruir su red eléctrica con un ataque cibernético.
En una audiencia con la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, el director de la NSA, Almirante Michael Rogers, dijo que los adversarios de Estados Unidos están haciendo “reconocimientos” electrónicos de forma regular para determinar las debilidades del sistema de control industrial del país.
Esto dejaría expuesto casi todo, desde plantas químicas, plantas de tratamiento de agua potable, sistemas de vuelo, sistemas bancarios hasta la red eléctrica del país.
“Todo esto me lleva a creer que es solo cuestión de cuándo, no de si vamos a llegar a ver algo dramático”, dijo Rogers.
Se cree que Estados Unidos tiene esa misma capacidad para dañar estructura crítica en sus adversarios, pero Rogers explicó que tener armas ofensivas cibernéticas no necesariamente disuade un ataque porque en el ciberespacio “literalmente se puede hacer casi todo lo que uno quiera y no hay precio que pagar”, aseguró.
Rogers no quiso mencionar por nombre los otros países capaces de un ataque así y solo dijo que “observan como múltiples países están invirtiendo para conseguir esa capacidad”.