“Llevamos alegría”: los repartidores, los otros héroes de la pandemia

Una empleada de la multinacional estadounidense UPS carga una caja con vacunas. [FOTO: Cortesía / UPS]

El presidente de UPS Latinoamérica, Wilfredo Ramos, habla con la Voz de América sobre la iniciativa de la compañía para transportar 20 millones de dosis de vacunas a todo el mundo, especialmente a países con más dificultades.

Mientras el mundo se alegra porque varias vacunas han venido a ser la esperanza para frenar el coronavirus, una frase se repite por todos lados: “Hay que vacunar al 80 por ciento de la población mundial para conseguir la inmunidad de rebaño”.

Gobiernos y organismos van a la carrera para llegar pronto a todos los ciudadanos. Y aunque el ritmo de la vacunación no está siendo tan rápido como se esperaba, muchos están contribuyendo para revertir problemas que van, desde logística en la producción de las dosis, hasta la transportación, que en muchos casos requiere una temperatura muy baja para mantener las propiedades de las vacunas.

Ante el llamado, muchos han sentido la responsabilidad y el deber de aportar su granito de arena en esta crisis sanitaria. Es el caso de la empresa de transporte de paquetes United Parcel Service, Inc., más conocida por la sigla UPS, que junto a su fundación, ha impulsado un programa para llevar las vacunas, de forma totalmente desinteresada y equitativa, a la mayor parte de los países del mundo.

“Es una compañía bastante caritativa diría yo, tenemos engranado la parte del servicio, pero también la parte de ayudar a la comunidad”.

Wilfredo Ramos, presidente de UPS en Latinoamérica.

Ayudas millonarias

UPS se ha unido para ello al Fondo de Acceso Global para Vacunas COVID-19 (Covax en inglés), un programa impulsado por la Alianza Gavi, y a otras iniciativas regionales para acelerar el proceso de distribución de las dosis.

En total se han destinado cinco millones de dólares en este proyecto que permitirá la entrega de 20 millones de vacunas en el planeta.

Además de África, Asia y Europa, los esfuerzos de la compañía también se están centrando en América del Sur, otra de las regiones con mayores problemas para recibir las vacunas.

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“Como puertorriqueño que soy a mí me emocionaba ver a compañeros en España llenando aviones de forma voluntaria con material para Puerto Rico”.

Wilfredo Ramos, presidente de UPS en Latinoamérica.

"Hay que ayudar"

“Lo importante de nuestro rol es que tenemos la capacidad y la conectividad para llevar (las vacunas) ahí donde las necesiten nuestros clientes”, comenta Wilfredo Ramos, presidente de UPS en Latinoamérica, durante una entrevista con la Voz de América.

El directivo, de 45 años, insiste en que el ADN corporativo pasa “por ayudar a la comunidad”, sobretodo en momentos tan críticos como los que se han vivido en el último año tras la irrupción de la pandemia.

“Es una compañía bastante caritativa diría yo, tenemos engranado la parte del servicio, pero también la parte de ayudar a la comunidad”, explica el principal responsable de la operación de UPS en América Latina.

Otros precedentes

En 2017, la compañía también se involucró en el envío de material humanitario a Puerto Rico tras el paso del huracán María, que arrasó con gran parte de la isla y cuyas consecuencias del desastre natural aún perduran hoy en día.

“Como puertorriqueño que soy a mí me emocionaba ver a compañeros en España llenando aviones de forma voluntaria con material para Puerto Rico”, expone Ramos, licenciado en Contabilidad y Administración de Empresas en la Universidad de Puerto Rico.

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Vacunas UPS

Objetivo: llegar a los más desfavorecidos

De esta forma y gracias a la ayuda prestada por UPS, con presencia en 220 países en todo el planeta, las vacunas también se podrán distribuir de forma equitativa en la región latinoamericana. La empresa estadounidense únicamente presta el servicio, por lo que son los responsables de estos programas los que coordinan y deciden a qué lugares se deben enviar las vacunas. ¿El objetivo? Llegar a las comunidades más desfavorecidas y con menos recursos, según han informado portavoces de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en las últimas semanas sobre el programa de Covax.

“Ellos se encargan de buscar los lugares que creen que necesitar estar y nosotros, a donde nos digan que vayamos, ahí vamos a ir”, subraya el presidente de UPS Latinoamérica.

Sin duda, las empresas de logística y transporte son también parte de la historia en esta crisis y, de alguna manera, los empleados se han convertido en los otros héroes de la pandemia.

“El año pasado, en el pico de la pandemia, cuando había restricciones de tránsito, nuestros repartidores estaban en la calle, pero hay mucho más detrás de esto: las personas que trabajan en los edificios haciendo sorteos de paquetes, nuestros pilotos que tenían que entrar a diferentes lugares del mundo y cumplir con cada una de las regulaciones, etc.”, detalla.

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"Es un orgullo"

Con todo, remarca el “orgullo” con el que muchos de los empleados han hecho historia para tratar de ayudar a la comunidad durante la crisis sanitaria entregando paquetes especialmente durante las restricciones de movilidad.

“Durante la pandemia, muchos de nosotros no podíamos salir de casa. Así que el hecho de que alguien nos trajera un paquete era un pequeño momento de alegría”, relata.

Lo hicieron con millones de hogares, pero también con miles de hospitales y otros centros sanitarios que, día y noche, ponían todos los esfuerzos para combatir el mortal virus.

Última tecnología

Ahora, su compromiso continúa con la distribución y la entrega de las vacunas. La división de insumos médicos de la compañía se hace a través de UPS Healthcare, que cuenta con un equipo de última tecnología que permite monitorear en tiempo real la temperatura de la mercancía. La vacuna requiere una temperatura muy baja, por lo que los operarios pueden ver en todo momento si hubiera alguna falla técnica.

“Tenemos el monitoreo, 24 horas y los siete días de la semana, de cómo va la temperatura de cada paquete. En el momento en el que vemos que es algo en lo que tenemos que intervenir, intervenimos de la manera que sea necesaria por lo que las vacunas siempre van a mantener su integridad”, comenta al tiempo que recuerda que se ha hecho una gran inversión para producir más de 10 toneladas de hielo seco al día para asegurar una óptima distribución y a gran escala de las vacunas.

Las compañías de transporte han puesto de manifiesto su importante papel en esta crisis. Lo hicieron al principio de la pandemia, con los empleados que arriesgaron sus vidas para asegurar que los paquetes llegaban al destino. Pero también siguen siendo unos actores esenciales. Ahora, con las vacunas.