Cuba: Políticos reaccionan a cambio

El senador demócrata Robert Menéndez lamentó el cambio de política de EE.UU. hacia Cuba.

El nuevo cambio en las políticas de EE.UU. hacia Cuba y el intercambio de prisioneros entre ambos países genera puntos de vista a favor y en contra.

La clase política estadounidense reaccionó fuertemente, ya sea a favor o en contra, al anuncio del presidente Barack Obama del cambio en la política estadounidense hacia Cuba.

El senador republicano Marco Rubio deploró la medida, diciendo que "esto no hará absolutamente nada para apoyar los derechos humanos y la democracia en Cuba [...y] potencialmente servirá para proveer el impulso económico que el régimen de Castro necesita para quedarse en el poder por muchas generaciones".

Reacciona Senador Ménendez

Senador Menéndez: "Intercambio establece precedente peligroso"

El senador Robert Menéndez reaccionó a la noticia de la liberación de Alan Gross de una prisión cubana y aclaró que no se trata de "un acto humanitario del régimen de Castro. Es un intercambio de espías convictos por un estadounidense inocente".

Con esta decisión Menéndez considera que el presidente Obama ha justificado el comportamiento brutal del gobierno cubano y que "intercambiar a Alan Gross por tres criminales convictos establece un precedente extremadamente peligroso".

Para el senador este intercambio invita a los regímenes dictatoriales y arrogantes a usar como mercancías a los estadounidenses que sirven fuera de nuestras froneras.

"Temo que las acciones de hoy ponga en riesgo a miles de estadounidenses que trabajan en el extranjero sirviendo a la sociedad civil, abogan por el acceso a informacióm, proveen servicios humanitarios y promocionan reformas democráticas".

Por su parte, la senadora demócrata Barbara Boxer celebró el anuncio, calificándolo como "un nuevo capítulo que rechaza las políticas fallidas del pasado y nos compromete con un nuevo futuro que servirá mejor a los intereses de los estadounidenses y mejorará las vidas de los cubanos y sus familias".

Asimismo, el senador demócrata Harry Reid dijo apoyar la decisión del presidente Obama "de dar comienzo a una nueva etapa en nuestra relación con Cuba. Esta nueva relación comienza con el regreso de Alan Gross, quien estuvo preso cinco años bajo el gobierno cubano. Estoy contento que Alan está en camino a casa. Sigo preocupado sobre los derechos civiles y libertades políticas en Cuba, pero apoyo el seguir adelante con una nueva etapa en la relación con Cuba”.

Por otra parte, los senadores republicanos John McCain y Lindsey Graham deploraron la medida, señalando que el cambio de política refleja "los valores que defiende Estados Unidos en retirada y en declive”.

"Se trata de una concesión a dictadores autocráticos, matones y adversarios, [y] la disminución de la influencia de Estados Unidos en el mundo", dijeron en un comunicado conjunto McCain y Graham.

"Las relaciones con el régimen de Castro no deben de ser revisadas, y mucho menos normalizadas hasta que el pueblo cubano pueda disfrutar de la libertad", afirmó por su parte el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, en un comunicado.

"Aquí no hay ningún 'nuevo rumbo', sólo otra en una larga lista de concesiones sin sentido a una dictadura que brutaliza a su pueblo y conspira con nuestros enemigos", agregó.

Una de las más férreas defensoras de la política de mano dura hacia Cuba, la representante demócrata Ileana Ros-Lehtinen, dijo que el anuncio de Obama podría ir en contra de una serie de leyes y actas federales.

"La liberalización de políticas destinadas a suavizar el comercio y remesas a Cuba es otro golpe de propaganda para los hermanos Castro, que ahora llenarán sus cofres con más dinero, a costas del pueblo cubano", dijo.

Ros-Lehtinen señaló en un comunicado que la medida de Obama iría en contra de la Ley de Solidaridad Democrática y de Libertad con Cuba (LIBERTAD) de 1996, la Ley de Democracia en Cuba de 1992, y la Ley de Comercio con el Enemigo.

"Esta acción descarriada del Presidente Obama animará al régimen de Castro a continuar sus actividades ilícitas, pisotear las libertades fundamentales y desechar los principios democráticos”, agregó.

En la misma línea, el representante republicano Mario díaz-Balar repudió el anuncio.

"La decisión del presidente Obama de claudicar ante el chantaje castrista y abandonar nuestros principios democráticos es un ultraje. Estos cambios en la política hacia Cuba envalentonarán aún más a la dictadura cubana así como a otros dictaduras y organizaciones terroristas antiamericanas", señaló.

Por su parte, el representante demócrata Eliot Engel dijo que "la responsabilidad recae ahora en el gobierno cubano para responder (...) al permitir el pluralismo político y la apertura de las libertades básicas para el pueblo cubano. Esto significa elecciones libres y justas, el respeto al Estado de Derecho, una prensa independiente, y la defensa de los valores consagrados en la Carta Democrática Interamericana".

La Cámara de Comercio de EE.UU. dijo recibir con beneplácito el anuncio, añadiendo que apoyan varias de las provisiones económicas del presidente Obama.