El Departamento de Justicia de Estados Unidos dice que los esfuerzos para mantener las armas de fuego lejos de la guerra contra las drogas en México, han sido obstaculizados por las fallas de la agencia federal encargada de seguir y confiscar las armas.
Un informe de la oficina del inspector general dice que el Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, conocido en inglés por sus siglas ATF, tiene debilidades significativas en su plan para detener el comercio de armas a través de la frontera.
El informe critica el Proyecto Gunrunner de la agencia por enfocarse en negociantes de armas menos importantes que los traficantes y contrabandistas de alto nivel.
En su respuesta, el vicedirector del ATF, Kenneth Melson, destacó algunos de los éxitos de su agencia, como el aumento de investigaciones a presuntos traficantes y vendedores de armas. Melson dijo que su agencia está comprometida a mejorar el programa e incrementar esos éxitos.